MÁGICO SUR

MÁGICO SUR
Verónica Linares
Isabel Mesa

 

Manuel Peña Muñoz, escritor e investigador literario chileno, nacido en Valparaíso (1951), nos regala una novela juvenil maravillosa que recrea un pasado de mediados del siglo XX cargado de recuerdos y sabores lejanos.
 Mágico Sur, ganadora del premio Gran Angular de la editorial SM en el año 1997, es el relato autobiográfico sobre un muchacho que acompaña a su madre en un misterioso viaje hacia el sur de Chile. La madre de Víctor Manuel llega de España con el encargo de entregar una caja “envuelta en papel azul” a Celestino Montes de Oca, el gran amor de su vida que un día partió al sur de Chile y del que nunca más se supo nada. Fiel cumplidora del encargo que la hermana de Celestino le hiciera, emprende el viaje hacia el sur acompañada de su hijo en una aventura llena de incertidumbre y romance pospuesto.
Este viaje de veinte días que ocupa toda la novela es una travesía de encuentro con la geografía del Sur de Chile que evoca aquellos recuerdos del país de origen y del país que acoge al inmigrante en una mezcla de sabores, olores y costumbres que marcan la identidad de ambas culturas, la española y la americana.
La trama de la novela describe el peligroso y emocionante viaje focalizando la historia sobre aquella caja azul que tiene necesariamente que llegar a destino. El contenido de este objeto mantiene al lector en constante suspenso quien persigue a la caja azul hasta descubrir a cada uno de los personajes que tienen que ver con ella.
Con un lenguaje poético y un vocabulario rico en palabras que posiblemente poco se usan hoy, el autor realiza bellísimas descripciones que sumergen al lector en la misma bruma que envuelve al sur.
“A medida que avanzaba la mañana, la bruma se iba despejando y los cúmulos de niebla estancados en los islotes y en las laderas de las montañas se iban deshilachando, dejando ver la vegetación, los bosques de arrayanes milenarios y las vacas que pastaban en los cañaverales” pág 55.
Por otro lado están los recuerdos de los ambientes que nos remontan a aquella época de principios de siglo, de decoración europea con empapelados y muebles clásicos, y aquellos delicados objetos guardados celosamente en las vitrinas de los abuelos. Ambientes que se funden con los recuerdos de la patria añorada, la de las corridas de toros, la de los cultivos de olivos, el chorizo y el turrón, los pasodobles, las típicas zarzuelas y las tunas estudiantiles.
“Por todas partes se distribuían cajitas de música en vitrinas bajo llave, mesas cubiertas por gruesas carpetas bordadas, consolas repletas de juguetes antiguos, repisas diminutas –sostenidas por frágiles patas–. Las paredes también estaban cubiertas de cuadros bordados en seda, tapicerías y retratos de cantantes de ópera en el teatro de Berlín…
Manuel Peña tiene el cuidado de mantener en cada uno de los personajes un misterio especial que arrastra la nostalgia de la patria que cada uno lleva dentro estimulando en el lector el deseo de seguir descubriendo. Una madre en busca del amor primero, la dueña de una hostería en un lugar recóndito con aires de realeza, los pescadores que son cofres de las leyendas locales y  la comadre muerta cuyos presagios se van cumpliendo son algunos de los personajes que dan vida a esta novela.
Es Víctor Manuel, protagonista de la novela, quien a través de este viaje y su relación con cada uno de los personajes forja esa identidad que le viene del origen de su madre y de la tierra que lo acoge en el sur del continente americano. Es en ese mágico sur donde Víctor Manuel encuentra el primer amor con la ilusión de que algún día los pobladores del estuario pudieran salir de aquella leyenda, dejar de ser fantasmas y convertirse en seres de carne y hueso.

Autor: Isabel Mesa Gisbert y Verónica Linares

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