Publicado en Suplemento Fondo Negro 2/9/07 La Escuela de Ángeles funcionaba en una nube esponjosa y oscura, que iba y venía suavemente por el cielo... La educación de los ángeles incluía un ciclo inicial en el que se recibían de ángeles de la guarda, y una especialización final, de un año. Las especializaciones eran de lo más diversas: "Protector de niños torpes", "Protector de abuelos que suelen extraviar sus dentaduras postizas", "Protector de personas de manos temblorosas, dedicadas a coleccionar frágiles animalitos de cristal", y mil cuatrocientas noventa más... En la Administración del Cielo trataban de que ese ángel estuviera bien preparado para resolver cualquier tipo de problema y el ángel debía estar atento para evitar accidentes...Una vez terminada la escuela común, muchos elegían una especialización más agradable y divertida: ángel cupido... Como todo el mundo sabe, un ángel cupido se especializa en el arte de hacer que dos seres se enamoren...
Así comienza, a grandes rasgos, la novela de Ricardo Mariño Cupido 13, relatada en 19 ágiles y divertidos capítulos. Al iniciar la obra parece que el autor quiere contarnos dos ó tres historias distintas que no tienen ninguna relación entre sí. Nos encontramos con la descripción de la Escuela de Ángeles, la historia de un perro que aburrido de un dueño doblemente aburrido escapa de casa, el ambiente de un parque de Buenos Aires y las personas que pasean a diario por el mismo. Sin embargo, muy hábilmente, Ricardo Mariño va conectando poco a poco todas las historias hasta confluir en una sola.
Cupido 13 es un libro en el que sobra el humor, la ironía y el juego del absurdo. Nuestro protagonista, el ángel Hitoshi trata con muy buena voluntad de unir parejas a través de flechazos amorosos que tiene que dirigir con esmerada puntería sobre los corazones de las personas elegidas. ¿Elegidas? ¿Pero cómo? A partir de un "detector de solitarios", aparato que mide la necesidad de amor de los seres humanos. Sin embargo, los flechazos de Hitoshi no son tan certeros como los lectores quisiéramos y nuestro ángel provoca una serie de historias confusas.
Una de ellas llega a tal punto que un programa de televisión, de los de mayor rating en el país, invitan a un escritor y a su perro a comparecer ante las cámaras y los dedos acusadores de un público presente que sigue la historia al rojo vivo. Con mucha ironía, el autor coloca al joven lector ante un programa similar a los famosos de Cristina, en Miami, o el de Laura de América, en Lima, en los que la animadora saca a la luz casos extremos entre las relaciones de pareja y acorrala a los protagonistas logrando persuadirlos a decir lo que el público espera escuchar para echarlos al paredón. En este caso es gracias a Cupido que el escritor se enamora, pero de una milanesa; y su perro se la ha comido sin darse cuenta de la relación amorosa entre la carne y su dueño. Por lo tanto, es Confuso, el perro del escritor, el que es tildado por el público enardecido de "desagradecido, desalmado y sin corazón" por los asistentes al programa televisivo.
Por otro lado, el escritor tampoco la pasa muy bien, pues después de su fracaso amoroso, llega a casa y se encuentra con una crítica literaria en el periódico. Era una pésima crítica sobre su nuevo libro. Ya la había leído dos veces, pero la rabia que le provocaba hizo que la leyera una vez más: Como escritor Dimitrovich carece de ingenio, gracia, inteligencia e imaginación, pero eso no sería tan grave si al menos pudiera llevar adelante un argumento medianamente coherente... En fin, recomiendo a los padres que tiren el libro de Dimitrovich. ¡Es preferible que sus hijos miren televisión o se peleen entre ellos!
Cupido 13 lo intenta todo para arreglar los desperfectos que causa y Mariño, al igual que en los dibujos animados, también juega con el poder de lo absurdo. Y es nuestro ángel el que se introduce en los sueños del perro Confuso para manejar el argumento del sueño y persuadir al perro a despertarse en el momento preciso y así evitar una tragedia en su vida.
Creo que el ingrediente esencial de este libro es el humor, aunque en ciertos pasajes me animo a pensar que como adulta entiendo perfectamente las alusiones a las que recurre el autor y no estoy segura de si éstas llegan tal como han sido concebidas a los pequeños lectores.
También es importante rescatar un elemento esencial dentro de la literatura infantil y que es parte de esta obra. Se trata de la identificación con el protagonista. La historia de este ángel es tan enredada y llena de tropiezos que provoca un acercamiento entre personaje y lector. El niño se identifica con lo que le pasa a Cupido 13, porque esos hechos están en el cotidiano de la vida de cualquier muchacho. El ángel deja de ser la figura mística, sobrenatural y perfecta para convertirse en un ser común y corriente, con virtudes y defectos iguales a las de cualquier ser humano. Estas características están muy bien interpretadas por el ilustrador Poly Bernatene quien muestra en sus dibujos un ángel de overall, posiblemente de tela de jean, con una cara que expresa picardía y travesura, de la que sobresale una gran nariz que es la burla de los compañeros de la Escuela del Cielo.
Con un lenguaje sencillo, de ágil lectura y muchísima chispa Cupido 13 es la nueva propuesta literaria tan acertada que nos trae Santillana en su sello Alfaguara para niños y niñas a partir de los 10 años de un autor con una trayectoria formidable en lo que a literatura infantil y juvenil se refiere.
Isabel Mesa Gisbert
Academia Boliviana de Literatura Infantil
y Juvenil
CÚPIDO 13
Autor: Ricardo Mariño
Ilustraciones: Poly Bernatene
Editorial Santillana, 1ª Ed., 2007
Alfaguara (serie naranja, a partir de los 10 años)
104 pág.
ISBN 978-987-04-0681-5
Autor: Isabel Mesa
Fecha: 29 Febrero, 2012