GLADYS DÁVALOS: UNA AMIGA, UNA COLEGA, UNA ESCRITORA

 

Después de un año de luchar contra el cáncer, Gladys nos dejó el viernes 2 de noviembre, día de las Tantawawas, como decía ella. Nos conocimos, no por las letras, como muchos podrían pensar, sino  a través del deporte. Ambas jugábamos tenis en el Club de Tenis La Paz durante los fines de semana, pero ninguna sabíamos que la otra era escritora. Razones de salud me alejaron de este deporte para dedicarme por exclusivo a la literatura y a la enseñanza. Por eso, muy pronto nos reencontramos con Gladys en presentaciones de libros, como jurados, como ponentes, en conferencias y demás. Pasaron los años, y algo más nos volvió a reunir: la pedagogía y la enseñanza. Nos encontramos en las aulas del Colegio Alemán para compartir algo más con la colega y con la amiga. Aunque, debo reconocer, que lo que nunca pude compartir con ella y siempre envidié, era su perfecto alemán y el amor que le tenía a ese idioma. Con mucha dedicación preparaba sus clases para encaminar a sus alumnos a una de las pruebas más difíciles del colegio, el "Sprach Diplom". Perfeccionista como era, quería que todos pasaran la dichosa prueba y dedicaba días y noches a corregir los ensayos de los chicos.

Mis pequeños, del primero o segundo de primaria, nunca olvidarán los poemas de "Helado de Chocolate". Gladys visitaba nuestras clases y recitaba para ellos; además, se quedaba a enseñarles la poesía y cómo expresarla a través del movimiento corporal. Hace un par de días, una de mis alumnas, que ya está en primero de secundaría, recordaba su famoso poema "Cholita ". Gladys se vestía con una manta y un sombrero de cholita para recitar ese poema, –son de mi empleada, decía–. Y comenzaba. La gracia que tenía era única. Lo hacía con tanta coquetería y tan metida en su poesía que nos hacía reír a todos, pero también admirábamos esa chispa que nunca le faltó. Varias autoras de literatura infantil que nos reunimos con Gladys por última vez en la Feria del Libro Infantil de abril, en la ciudad de La Paz, le pedimos a coro que recitara para nosotras una vez más. Aún deben recordar ese momento Gaby Vallejo, María Luisa Urzagaste y Liliana De la Quintana.

 

Cholita

Cholita vanidosa siempre soy,
desde chiquita a bailar me voy
la tarqueada y la moceñada,
la llamerada y la diablada.

Vean nomás mi pollerita hermosa,
de cholita caprichosa.
Toda vestida de rosado,
me voy a bailar por el prado.

Mis lindos volados,
mis movimientos osados,
mi trenza larga y negra,
le dan envidia a mi futura suegra.

 

Creo, sin duda alguna, que lo que más nos unió fue la literatura infantil. Yo identifiqué a Gladys Dávalos con un libro que cayó en mis manos por casualidad. Lo leí y me pareció un libro maravilloso. Me abrió los ojos al mundo de los niños que lavan autos y que lustran zapatos, a un mundo real y cercano de sobrevivencia y carencia de cariño. "Ururi y los sin chapa" fue una de las novelas bolivianas que, personalmente, yo destaco en la literatura infantil boliviana. Cuando se lo comenté a Gladys, ella me contó que la había pensado un día que salía del correo. Allí decidió hacerse lustrar los zapatos y comenzó a conversar con el lustrabotas. No fueron más de cinco o diez minutos, me dijo ella, pero allí nació la idea. El libro, de una primera edición de 1998 (HIsbol), estaba agotado y no había quién haga la re-edición. Inmediatamente, hablamos con Carlos Azurduy de La Hoguera, y aceptó. Así Gladys se convirtió en autora de esa editorial.


Y con ese libro y otros más, nos embarcábamos a la Feria del Libro de Oruro, auspiciada por el colegio Alemán de esa ciudad. Después de terminar nuestra faena escolar, íbamos a la terminal para iniciar un viaje de casi cuatro horas a la ciudad que la vio nacer. Allí compartíamos con autores amigos de Oruro y de Cochabamba, Velia, César, Rosario, Isabel, Aida y muchos más. Pasábamos dos días maravillosos de literatura, comida, anécdotas y risas. Todo esto gracias a una amiga común, Práxides Hidalgo, quien siempre pensó en nosotras para las Ferias de Oruro.



Autor: Isabel Mesa Gisbert

Fecha: 30 Octubre, 2012