PRODUCCIÓN DE CUENTOS INFANTILES A PARTIR DE LA TRADICIÓN ORAL UNA EXPERIENCIA DE FORMACIÓN DOCENTE EN EL INS CATÓLICO DE COCHABAMBA

INSTITUTO NORMAL SUPERIOR CATÓLICO "SEDES SAPIENTIAE"

Cochabamba
Publicado en la "Memoria del IV Congreso del IBby" ( 2007)

  INTRODUCCIÓN   Formar al nuevo docente boliviano para este tiempo, no sólo es desarrollar competencias en cuanto al saber y al saber hacer pedagógico didáctico para el desempeño en aula y para el accionar constructivo del maestro/a como parte de una institución que responde a las demandas de una comunidad específica y de un país.  


  El nuevo docente boliviano requiere hoy, más que nunca, desarrollar una sensibilidad nueva hacia la diversidad que permita valorar lo propio y respetar lo ajeno con postura crítica, sin dejar por eso de mantener siempre una actitud abierta al intercambio y al enriquecimiento mutuo, en el marco de una relación equitativa como personas y como grupos humanos.  


  Concebir una educación en el lenguaje desde una perspectiva comunicativa y textual nos ha abierto grandes posibilidades para lograr esta finalidad. El lenguaje oral y el lenguaje escrito son componentes de esta área y es necesario encontrar la relación de complementariedad entre ambos a través de experiencias que permitan al docente, a la docente en formación, descubrir vivencialmente, sus funciones y posibilidades.   


  El lenguaje oral con su componente "oralidad" no ha sido un aspecto trabajado tradicionalmente por la escuela que, generalmente, ha marginado los saberes de la comunidad en favor de conocimientos estandarizados, y a pesar de estar planteado y explicado en el actual diseño curricular para la educación inicial y primaria no ha tenido en las escuelas el desarrollo esperado durante la aplicación de la Reforma Educativa.  


  La presente experiencia intenta abordar "las tradiciones de la oralidad" a través de un proceso de recopilación de la tradición oral en las escuelas fiscales de Cochabamba como insumo para la producción de cuentos para niños a cargo de los estudiantes normalistas con nuevos criterios, tanto para encarar la diversidad cultural como para la producción de textos literarios para niños y niñas.  


  La experiencia fue desarrollada en la etapa de práctica docente e investigación (PDI) y el mes posterior a ella durante la gestión I-2006. En total abarcó un tiempo aproximado de tres meses. Con la orientación de su docente de lenguaje (autora de esta ponencia) el quinto semestre de la especialidad Primaria del INSCSS (paralelos 1 y 2) se constituyó en el grupo recopilador y posteriormente, productor de cuentos infantiles.(Un grupo de ellos /ellas, se encuentra presente en este Congreso)  


  PUNTO DE PARTIDA. RELEVANCIA DE LA EXPERIENCIA

   

  La primera forma de la literatura infantil conocida no fue una literatura escrita. Por el contrario, fue una literatura oral, popular, anónima. También los niños y niñas latinoamericanos/as y bolivianos/as, en la intimidad de la familia y en la vida de su comunidad han recibido y siguen recibiendo la herencia cultural de su grupo de pertenencia a través de una gran diversidad de textos orales, más frecuentemente de tipo narrativo. Lo que pasa es que la escuela, tradicionalmente, ha ignorado esa riqueza prefiriendo relatos didactistas sin identidad definida, con contenidos y lenguajes estandarizantes.  


  Los maestros y maestras, quienes pasan tantas horas con los niños, necesitan desarrollar una actitud permanentemente abierta a recoger de ellos y ellas las tradiciones de la oralidad y así salvar del olvido aquellos relatos nacidos del propio grupo cultural de pertenencia. Se trata también preservar los saberes de la comunidad en la que nacimos, más aún si fueron producto de culturas y lenguas que sufrieron por siglos menosprecio frente a otras.   


  Los docentes en formación necesitan en esta etapa inicial de su formación vivir experiencias de tipo retrospectivo de valoración y reflexión de su identidad cultural. Recuperar la oralidad de la familia y de la comunidad de los niños con los que se trabaja durante la práctica docente e investigación, representa una experiencia fundamental de sensibilización y valoración de las tradiciones de la oralidad. Más allá del aula, es recuperar saberes culturales sobre los que es necesario contextualizar la intervención pedagógica, llenándola de significatividad para la producción oral y para la producción escrita.  


  Pasar de la experiencia de revaloración de las tradiciones de la oralidad a la experiencia de escribir con dicho material como insumo para producir cuentos para niños con criterios nuevos, permite potenciar las habilidades de los futuros docentes para generar materiales de lectura con elementos culturales genuinos fruto de la investigación de los mismos / as escritores /as. La experiencia potencia también, en este sentido, la vocación y el talento de futuros docentes que pueden convertirse en escritores de literatura para niños/as.  


  PROPÓSITOS

 


  El propósito más importante está dirigido a impulsar a los/las futuros/as docentes a escribir textos literarios para niños/as con criterios nuevos tanto en relación a los contenidos como a las formas. La experiencia, además hace hincapié en la formación de un nuevo docente de primaria investigador-reflexivo, en posesión de recursos para fortalecer la identidad cultural de los/as niños a su cargo y generador de climas de comunicación intercultural tanto en el aula como en la comunidad.  


  LA EXPERIENCIA

   

  El diseño de la experiencia se dio a partir de una planificación del proyecto con la participación de la docente y los estudiantes normalistas del semestre indicado. Este diseño comprendió las siguientes etapas:  

  1. Planificación. El proyecto fue planificado conjuntamente en las clases de lenguaje V con la participación de los estudiantes y la docente de la materia. Fueron planteados los propósitos y elaborada una secuencia de actividades a partir de las sugerencias de todos/as.
 
  1. Sensibilización. Esta etapa se generó una serie de situaciones didácticas y experiencias de lectura y análisis que permitieron por un lado tener un marco teórico sobre la literatura oral, sobre la literatura infantil, sus características y tendencias; el peligro de caer en ciertos vicios privilegiados por la escuela, sus raíces orales y tradicionales. La sensibilización también consideró la lectura de nuevos libros para niños/as con el objeto de identificar aspectos clave para construir nuevos y motivadores materiales de lectura. La sensibilización incluyó compartir con los/las docentes guía los propósitos del proyecto (así se llaman los maestros, maestras de unidades educativas con los/as que el estudiante normalista realiza su práctica, que en este nuevo sistema tiene en los últimos semestres una duración de dos meses aproximadamente con el mismo grado).
 
  1. Recuperación de relatos orales populares de la propia infancia. En esta etapa, los/as normalistas contaron y escribieron las historias populares que más recordaban relatadas en su infancia por sus padres, madres, abuelos, tías, madrinas, etc. Muchas veces pidieron a estas mismas personas (en caso de estar vivas) volver a contar dichas historias. En esta etapa hubo un momento en las clases para compartir oralmente las historias de la infancia de cada estudiante.
 
  1. Recopilación de relatos orales en las escuelas. Ya en la práctica docente e investigación, cada practicante animó a los niños a contar y escribir historias populares contadas en sus familias , barrios o pueblos.
 
  1. Elaboración del libro de la tradición oral. Con este rico material, se inició un proceso de escritura y re-escritura de todos los relatos recopilados sin discriminación. Una vez escritas y corregidas las historias, se pasó a elaborar dos libros de relatos orales: uno con los relatos de la propia infancia y otro con los relatos de los niños de las escuelas. Cada libro fue elaborado con una estructura acorde a su contenido con la coordinación de su propio equipo editorial. Los cuentos de ambos libros fueron escritos para destinatarios jóvenes y adultos. El libro de relatos de la propia infancia se llamó: Volviendo a nacer  y el libro de los relatos de los niños tituló: Los niños cuentan
 
  1. Presentación del libro de la tradición oral a los docentes guía. La presentación de ambos libros se realizó en una convivencia preparada especialmente para este acontecimiento para los/as docentes guía y otros docentes del Instituto Normal con el propósito de compartir la experiencia con ellos y ellas, reflexionar juntos sobre el sentido de trabajar la oralidad en la escuela y la importancia de una literatura infantil escrita con insumos provenientes de la investigación en las escuelas y en la comunidad de la que procede el /la maestro/a.
 
  1. Construcción de cuentos para niños sobre las historias recopiladas. En esta etapa, se hizo la selección de historias que merecían pasar del libro para adultos a los cuentos para niños con criterios de fondo y forma, trabajados durante la etapa de sensibilización. Se eligieron las historias más imaginativas, graciosas, ricas en valores humanos (no moralistas) y representativas de los valores culturales de sus zonas y se las adaptó para niños y niñas con formatos, ilustraciones y lenguajes que pudiesen motivar a leer y disfrutar de la lectura.
 
  1. Presentación a los niños de los cuentos elaborados sobre la base de sus relatos. Esta etapa comprende la devolución de los relatos convertidos en cuentos infantiles a los niños fuentes de dichas historias.

      RESULTADOS   La experiencia vivida ha permitido recuperar una gran cantidad y variedad de relatos populares principalmente del ámbito quechua denotando la procedencia cultural, tanto de los estudiantes del Instituto Normal Católico "Sedes Sapientiae" (INSCSS) como de los niños de las escuelas fiscales en las que se realiza la Práctica Docente.   Volver a vivir recoge personajes no siempre conocidos en los relatos populares como la cabeza flotante de Pulacayo, el guajojó de la comunidad amazónica de Mónica, la "Cara de Burro" y las infaltables cholitas traviesas, pícaras y coquetas de los cuentos populares. El "akatenqa" (escarabajo) y el zorro Antonio del Valle de Cochabamba. El Jucumari de la selva, diferentes versiones sobre el Khari Khari (diablo) y el Kharisiri (condenado), la mujer que se convirtió en piedra, el carro ardiente, los duendecillos de los hospitales y de los maizales, la bruja de Puno (Perú), el ladronzuelo de Tambillo, población cercana a Tupiza, los fantasmas de Llallagua, los llantos de Oruro y la chola sin cabeza de Potosí.

 


Los niños cuentancontiene los relatos de los niños de cuatro escuelas fiscales de Cochabamba: Martín Cárdenas, Franz Tamayo, Ave María y Sara Ugarte de Cochabamba. Los personajes que recuperan estas historias son la famosa Bernita de Inquisivi, y la Berbenita del Valle, la bella mujer del diablo de Huanuni, el duende Minoe de las casas abandonadas, las vicuñas y el diablo y los condenados de Patacamaya. Los tiempos del wiro, el brujo de Mizque, la chola sin cabeza y los Kharisiris de Cochabamba y Takachi; el Jukhumari de Colomi y los duendes de los barrios populares de Cochabamba como el barrio de la Mayca, Barrio Minero Alalay. La "Cara de Burro" y las infaltables cholitas atacadas por personajes siniestros. La laguna encantada de Koripata, las ch'unchulas (tripas), el lobo y las ovejas, el duende del horno, la bruja y la chola de lugares no determinados. Éstas son las historias que relatan los niños y niñas de las escuelas mencionadas.   Algunas narraciones y personajes se repiten en un libro y en el otro: por ejemplo, el Kharisiri, la historia de Bernita, el Jhucumari, el khari khari, los condenados y los duendes. Las cholitas son los personajes muy frecuentes, a veces pícaras, a veces transgresoras, poseídas por espíritus extraños o agredidas brutalmente. Éstos son personajes míticos protagonistas de leyendas y creencias por lo visto vigentes a lo largo de los años, ya que se repiten en los relatos de los normalistas cuando eran niños y en las historias de los niños de las escuelas de este tiempo.  


  Se puede advertir que la procedencia social y cultural de los jóvenes normalistas y de los niños de las escuelas es similar. Aún cuando los personajes son los mismos, las circunstancias varían de zona a zona y lo más interesante son las sabrosas y diferentes "maneras de contar" que suponen diferentes expresiones dialectales, manifestaciones de la rica diversidad cultural de nuestro país.  


  El componente macabro y el sincretismo religioso están presentes en varios relatos. Las historias de terror y la mujer castigada por romper las normas sociales de su comunidad, especialmente en el orden sexual, se repite a lo largo de otras historias. El espíritu festivo, pícaro y socarrón del quechua chispea en las narraciones de Cochabamba y Potosí. En cambio los relatos de los centros mineros, Oruro y La Paz se presentan cargados de elementos misteriosos y míticos.   EVALUACIÓN DE LA EXPERIENCIA   Los/as estudiantes- investigadores/as reconocen esta experiencia como valiosa para su formación inicial para la docencia. Consideran también que es transferible a los contextos de su futura tarea como maestros/as titulares. Valoran la oportunidad que les dio el proyecto de recordar su infancia, revivir, elaborar y exorcizar un sentimiento terrible y a la vez excitante asociado a los relatos que escucharon de labios de sus abuelos, madres, padres y otros familiares: el temor. Consideran valioso haber aportado a rescatar de su propia memoria y de la memoria de los niños y niñas de las escuelas, las historias populares que develan pautas culturales, simbolismos y cosmovisiones de cada comunidad.   El haber incluido a los/as docentes guía en la experiencia, fue una manera de sensibilizar a los maestros y maestras de las escuelas, para valorar esos conocimientos previos que son los saberes culturales convertidos en literatura oral y animarse a profundizar en la oralidad y en la literatura para niños.  


Los procesos de escritura de los cuentos con destinatario adulto/a y luego con destinatario niño/a, han permitido fortalecer en los estudiantes normalistas sus competencias comunicativas para la producción escrita, y en ella la cohesión, la coherencia y la adecuación. Junto a la escritura de relatos para adultos/as y para niños/as, el proyecto incluyó la producción de otros textos, tales como cartas de invitación a los /as docentes guía y trípticos-programa de la convivencia para la presentación de los libros de la tradición oral.   La experiencia puso al futuro docente ante un desafío de aplicar conocimientos y criterios adquiridos durante el semestre en la elaboración del producto final de la experiencia: los cuentos para niños con criterios nuevos de fondo y de forma.   No podemos decir que en esta etapa se haya conseguido que todas las adaptaciones para niños/as sean óptimas, sin embargo, la experiencia abre ventanas a estos futuros docentes hacia la posibilidad de escribir para niños/as con mayor confianza en sus propias posibilidades y con una actitud positiva a la diversidad.   Será muy interesante para los estudiantes recopiladores y escritores de esta experiencia en su último semestre de estudio, trabajar con los relatos de los mismos niños adaptados para ellos. Los niños y niñas, con esa sinceridad transparente que los convierte en los críticos más temibles y directos, validarán su esfuerzo. Será muy saludable observar sus reacciones y recoger sus impresiones, quizá empiece ahí una nueva y apasionante aventura investigativa.

Autor: Melita del Carpio Soriano

Fecha: 28 Febrero, 2012