100 años del nacimiento de Zulema Bass Werner de Ruiz

100 años del nacimiento de Zulema Bass Werner de Ruiz

16 Septiembre, 2022

100 años del nacimiento de Zulema Bass Werner de Ruiz

Mariana Ruiz
Escritora y nieta de la autora

SU VIDA

Zulema Bass Werner de Ruiz nació en Tarija un 12 de septiembre de 1922 y falleció en esa misma ciudad en el 2010. Educadora, poeta, historiadora e investigadora. Profesora de Educación Física. Trabajó como locutora de informativos en Radio ‘Guadalquivir’ de Tarija. Corresponsal de ‘El Diario’ de La Paz. En 1993 participó del Encuentro de Mujeres Latinoamericanas realizado en San José de Costa Rica. Fue funcionaria en cargos públicos, presidenta del Círculo de Escritores y Artistas de Tarija, presidenta de Corte Electoral del Tarija, co-fundadora del Instituto de Investigación Histórica Argentino- Boliviana. Fue también miembro del Comité de Literatura Infantil, participando durante muchos años de las diversas conferencias y actividades organizadas por el Ibby Bolivia. Obtuvo la Orden Boliviana de Educación, en el grado de oficial, entre otros honores y reconocimientos.

Casada con Oscar Ruiz Costas. Esta mujer de gran sensibilidad e inteligencia supo contribuir a las letras nacionales desde la producción de más de una veintena de libros de diversas temáticas, sin olvidar entre ellas al público infantil.

Para ellos publicó tres relatos cortos con temática ecologista y amante de la naturaleza, y una pieza de teatro (El drama de Margarita) que aparecieron publicados en Tarija gracias al auspicio de diversas entidades en esta ciudad, especialmente la Corporación de Desarrollo Regional CODETAR.

Zulema Bass Werner de Ruiz, con su alma sensible de poeta, supo darles voz a sus preocupaciones sobre la avaricia de los hombres y la falta de cuidado de la madre tierra, en relatos como La Mulita Clementina (1981) relata la historia de un sacrificado animal de carga que sueña con su libertad; El renacer de la tierra (1986) y El lago de la equidad (1987), cuentan la batalla que infatigables niñas heroínas presentan contra los demonios de la erosión y la avaricia. Su obra de teatro, representada múltiples veces, habla de su preocupación por el alcoholismo de los padres y la pobreza como realidad cotidiana para miles de niños bolivianos.

Como investigadora, recopiló importantes documentos sobre la historia de Tarija, así como tradiciones, coplas y leyendas del sur del país, en una titánica labor que deja a la posteridad muchas de las tradiciones tarijeñas de antaño.

En la actualidad, una estatua en la ciudad de Tarija lleva su nombre, en homenaje a la importante labor social y educativa que desarrolló en benefició de las mujeres y los niños bolivianos.
 
SU OBRA

Su producción literaria infantil es breve pero de gran valor, demostrando su constancia y su amor por las letras. Poemas (poemas para niños, 1977). Pedagogía: Por los rastros del hombre (tradiciones y leyendas, 1982). Cuento: El renacer de la tierra (1986); La mulita Clementina (1986); El lago de la equidad (1989);  Esencia de mi tierra (folklore de Tarija, 1989). El drama de Margarita (Teatro, 1991).

 

Fiesta de la Cruz (recopilación de la tradición oral)
 
Pa la Pascua y pa La cruz

Tengo que volver

Tengo que volver

 

Atajalo a tu perrito

Que no me vaya a morder

Que no me vaya a morder

 

Añoranza

 

Un remolino electrónico

Se filtra en el cañaveral,

Languideciendo la esencia

De olor a tierra mojada.

 

Imillas de churqui y jarka

En brotes de rosa pascua

Se requiebran convulsivas

En el baile sin tonada.

 

¿Dónde está esa chapaca hermosa

Cadenciosa flor de albahaca

Timbrada con erke y caja

Y arrullada por la caña?

 

Ya no se mecen airosas

Tus polleras de amancaya

Ni las uvas de tus ojos

Muestran lagunas de gracia.

 

El chapaco enamorado

Coplero y conquistador

Con grabadoras al hombro,

olvidó ser payador.

 

Madrigal de chulupías

Trinan gorjeos de otras layas

Y el papachiuchi sonoro

Huyó del monte y la playa.

 

Guirnaldas y arcos floridos

En la alborada de pascua

Pululan ayes de ausencia

Con quejidos de añoranza.

 

Me duele el lirio de otrora

Embalsamado en mis sueños

Que con guitarra y pañuelo

Se aleja con desconsuelo.

 

¡Cómo se va nuestro ancestro!

Sin que nadie lo enlazara

Llorando lamentos tristes

En el violín de mi raza.

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