4 Noviembre, 2024
Por Mariana Ruiz Romero
Antes del ingreso de la editorial Santillana a nuestro país, y previamente a la innovadora época de la Reforma Educativa de 1994, los libros de texto nacionales fueron, principalmente, iniciativas particulares. Al ser iniciativas dispersas, se encuentran en ellas variedad de propuestas, algunas muy interesantes. Los textos literarios incluidos en las mismas llaman la atención, tanto por sus temáticas como por su calidad narrativa y lírica.
Evidentemente, los libros de texto realizados por editoriales especializadas de manera masiva, en lineamiento con el Ministerio de Educación, han venido para quedarse, pero estos antiguos libros de texto quedan como testimonios de una idea de país, una idea de educación.
Ofrecemos una reseña de tres, para darles una idea de lo que soñaba para la niñez el profesorado boliviano, con el apoyo de algunas instituciones.
Lectura, ortografía y composición creadora para 5to Grado Básico. Luz Aparicio de Fuentes, Tarija, 1987.
Formato de libro mimeografiado empastado, con imágenes a color, 157 páginas. El primer ejercicio simplemente prescribe:
“Interpretar algunos términos”
“Sacar deducciones”. A continuación, nos invita a leer la historia de Inongo.
INONGO
“Se llamaba Inongo, lo habían traído del otro lado del mar, cuando aún era un niño. Los hombres blancos lo hicieron esclavo y así, de amo en amo, llegó a Yungas.
La dura faena de tantos años puso nieve en sus sienes y arrugas en su frente…
Una vez, Inongo descansaba a la sombra de un naranjo.
El sudor le caía por el rostro. La camisa hecha jirones se le pegaba al cuerpo.
Inongo cerró los ojos. Parecía dormir…
Después de unos momentos, apareció un niño. Este tenía el pelo revuelto y la mirada franca.
¡Era José Miguel Lanza, el amito de la casa vecina!
―¿Duermes, viejo Inongo? ―le habló con voz dulce.
―¡No, niño! ―le respondió abirnedi los ojos―, recordaba mi infancia y mis lugares remotos.
―Y ¿cómo eran?
―Bosques enormes con fragancia a palmeras, a helechos silvestres. Allí era yo libre―le contó Inongo.
―¿Cómo es ser libre? ―inquirió José Miguel.
Y el viejo repuso:
―Es ser dueño de sí mismo. Es vivir sin amos. Un hombre libre es como un pájaro libre, como un río que corre sin que nada lo detenga…
José Miguel, después de permanecer un rato pensativo, le respondió.
―Cuando yo sea grande te regalaré unas alas, con ellas volarás hacia el país de tus sueños” …
Se trata de 49 historias que versan sobre diferentes temáticas, siempre desde una mirada poética que busca despertar el interés del joven estudiante. Las luchas de la independencia, los sueños y juegos escolares, los elementos necesarios para hacer una composición, etc., se intercalan con poesía, cuento y relatos independentistas donde corre la sangre y galopan los caballos. Hay textos de la propia autora, así como selecciones de autores argentinos y españoles como Juan Ramón Jiménez, Javier Villafane y Concha Castroviejo, entremezclados con cuentos de la propia autora sobre Simón Bolívar, Tupac Amaru y pequeñas disquisiciones sobre la infancia en Tarija. Llama especialmente la atención que no escapa de temas como la muerte, las atrocidades cometidas durante la guerra ni las descripciones sangrientas. Es un texto pensado para llamar la atención, claramente con los y las estudiantes en mente.
Ese amor por el lenguaje, los poemas, los versos, los relatos y la crónica, además de no escapar a temas polémicos, será una característica en todas estas publicaciones dirigidas al público escolar.
Inti Phisca para 5to Grado Básico. Ediciones CEBIAE, La Paz, 1992.
Formato de libro empastado, con imágenes a color, 122 páginas. El equipo de docentes obtuvo la colaboración de Gaby Vallejo, y nota que realiza estos libros con la específica intención de validar la realidad de los niños y niñas de El Alto, incorporando canciones, juegos y tradiciones de esta joven ciudad altiplánica.
Llama la atención la cantidad de historietas intercaladas en las páginas, así como los versos, las rimas, las adivinanzas y las preguntas. La referencia a los apellidos ancestrales que otros prefieren cambiar por apellidos españoles y las preguntas como
¿ POR QUÉ?
No entiendo… ¿Por qué
en la ciudad suceden estas cosas?
En el pueblo, Jacinto Mamani
Es un gran agricultor.
Hoy lo veo en la ciudad
Como cargador.
Tampoco entiendo…
¿Por qué Pedro Quispe,
Si es un buen constructor de balsas,
aquí es un albañil?
Menos entiendo todavía
Porqué muchas personas del campo
La gente de la ciudad trata mal:
En las calles, en los mercados,
En los hospitales, en las escuelas
Y en todas partes.
La historia del país me dice que:
Ayer fue el imperio de Tiwanacu.
Hoy, es Bolivia,
La tierra originaria
De los Condori (los cóndres)
De los Mamani (los Águila)
De los Quispe (los Liebre).
Entonces, no entiendo,
No comprendo, la situación injusta
De los verdaderos bolivianos
¿Porqué?
Además, a la manera de la revista infantil Chaski, incluye visitas a lugares del Altiplano, habla de temáticas como la deficiencia de yodo (que creaba el bocio o q’utu en muchos pobladores), de las elecciones, e incluía preciosas y retadoras leyendas y canciones, como “Cuecas para la sequía” de Luis Rico, que aludía al cultivo de coca y el narcotráfico y la magnífica “Cueca del regreso” de Matilde Casazola. El comentario de los docentes (o queja) era que el libro era tan interesante, que los niños lo terminaban de leer antes de finalizar un solo semestre.
Aprendiendo y creando. Dirección Departamental de educación y Plan Internacional, La Paz, 1996.
Formato de libro empastado, con imágenes a color, 104 páginas. El asesor fue Manuel Vargas, se trata de una recopilación de creaciones literarias escritos por niños y niñas del Programa Escuela Multigrado y Escuela Intercultural Bilingüe de Laja, Patacamaya, Pucarani y Viacha.
Recopila poesías, cuentos contemporáneos y de la tradición oral, historias, testimonios y conocimientos y una sección escrita en aymara por los mismos niños.
Refresca pues no sólo cuentan las abuelas, y es importante para los estudiantes expresarse. Destacan poemas y cuentos originales, como el de Ismael Churata Mamani, de 9 años, del distrito Batallas:
El loro que dormía en el árbol
En un árbol vivía un loro y por ahí pasaba la vía del tren. El loro dormía en ese árbol, y el tren cada noche al pasar tocaba bocina. El loro se asustaba y renegaba.
Una noche el loro pensó en agarrar al tren. Cuando llegaba, el loro se fue contra el tren y cayó al suelo desmayado. Al día siguiente vino un hombre, vio al loro desmayado, lo alzó y se lo llevó para ponerlo en una jaula.
Cuando el loro despertó, al verse encerrado, pensó: Lo he matado al tren, por eso estoy en la cárcel.
María Acaso, en su libro “La educación artística no son manualidades” se refiere a un ejercicio que el pequeño Nicolás, de Gozinny, debía hacer en la escuela, y se pregunta luego:
“Después, ya en su casa, Nicolás y sus amigos iban al parque (solos), leían cuentos y merendaban tarta de manzana. Y la pregunta que me hago al releer este cuento es: ¿qué es lo que haría el pequeño Nicolás hoy en día?, ¿merendaría tarta de manzana, iría al parque y leería cuentos o merendaría galletas Oreo, se quedaría en casa solo y jugaría a la Play? La realidad es que la cotidianidad de aquellos que devienen estudiantes (sea en la franja educativa que sea) ha cambiado enormemente, tal y como hemos visto en el capítulo anterior, mientras que las instituciones educativas (sean museos, escuelas, universidades u otros contextos) siguen sin cambiar, porque lo que hacía el pequeño Nicolás en su escuela de principios de los sesenta es lo mismo que hacen hoy en día muchos estudiantes. Y ¿no resulta increíble que mientras que en casa y en la calle casi todo ha cambiado, en las instituciones educativas no haya cambiado casi nada?” (2ed, 2014).
Efectivamente, las instituciones educativas toman mucho tiempo en cambiar. Las prácticas educativas y los textos que las acompañan también toman tiempo una vez han sido homogeneizados en variar o buscar la originalidad y presentar auténticas experiencias de aprendizaje. Los textos aquí descritos llaman la atención por su originalidad y su intención, por la dedicación del equipo al texto y por la selección de lecturas que consideran de “utilidad” para la infancia. Creo que no existen estudios al respecto de cómo se elaboran ahora los textos escolares ni cómo se llevan en aula, pero sí que existen numerosos docentes que, al ver fracasar el texto, todavía sueñan con crear textos útiles, interesantes y novedosos, que den espacio a la imaginación.
Una nota adicional: cuando se miran los materiales gratuitos que ahora ofrece el Ministerio de Educación a los colegios fiscales, se nota mucho el copiado y pegado (“copy “paste”) de un barrullo de temáticas, sin unidad ni visual ni pedagógica. Tal vez por eso los profesores siguen recurriendo a sus propios recursos, algunos de más de cuarenta años atrás.
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