8 Junio, 2024
por Liliana De la Quintana
Estimada Carolina Loureiro, es para la Academia Boliviana de literatura Infantil y juvenil muy grato poder comentar el trabajo Yacana: tejer la Literatura Infantil a través de mitos y constelaciones, como parte del ingreso a nuestra Institución.
La llama es un personaje tan importante y está tan presente en la vida de los pobladores andinos en muchos aspectos. Sin la llama no se habrían logrado tantos avances a partir de los viajes e intercambios de alimentos con otras regiones, o las curaciones a partir de su grasa, calentar las casas y fogones, utilizar su cálida lana para la vestimenta, un incentivo para canciones y cuentos, y tantas actividades trascendentales y ordinarias de la vida. Y de esta manera también se la encuentra en el cielo, en la astronomía andina que distingue su figura como una constelación “oscura” para dar lugar a relatos maravillosos.
La astronomía fue muy importante para la agricultura, para identificar equinoccios y solsticios, cambios estacionales e identificar el mejor momento para la siembra y la cosecha. También se usó para la planificación de ciudades como el Cusco, donde se imitó a las constelaciones que estaban en el cielo.
Coincido plenamente que cuando se trata de mitos, son los mitos griegos, sobre todo, los más conocidos y que continúan siendo contados por los profesores bolivianos. Pese al esfuerzo de varios autores nacionales que realizaron recopilaciones de mitos de diferentes pueblos indígenas, pero no lograron convencer al magisterio nacional, que desconoce o también rechaza este legado. A pesar de reconocernos en la Constitución Política del Estado Boliviano como multiculturales y plurilingües, aún cuesta que se plasme en la práctica y en los productos literarios que consumimos.
Por otra parte, cuando se sostiene que en la construcción de los nacionalismos se tomó en consideración “la recopilación y estudio de los relatos de tradición oral que se desarrolló con el objetivo de fortalecer las culturas nacionales y la constitución de los Estados”, lamentablemente fue todo lo contrario. Las nuevas identidades de los países que lograban la “Independencia”, se construyeron excluyendo a los pueblos indígenas y afrodescendientes y por lo tanto sus tradiciones orales. Se formaron naciones con un discurso que exaltaba la raza blanca, la religión católica y la presencia masculina, que se puede verificar en los textos escolares de la época.
Imagen perteneciente al artículo Yakana, la llama negra que camina en la Vía Láctea
Es en la década de los 90s que la tradición oral toma mayor ímpetu en la literatura infantil y juvenil en América Latina, que considera a los mitos y leyendas de los pueblos indígenas como una nueva propuesta de lectura.
Así constatamos que los libros seleccionados sobre Yacana tienen como autoras a chilenas y argentinas, que recuperan la tradición oral.
A modo de información, comentar que el relato de Yacana bajo el título “Así en el cielo como en la tierra” de mi autoría, es parte de la Antología de literatura boliviana del año 2019, que se difundió digitalmente y aún no está impresa.
Este relato demuestra que la constelación que llamamos Yacana, es el qamac de las llamas, o sea su fuerza vital, el alma que las hace vivir. Está allí en el cielo primero para proyectarse en la tierra con sus diferentes aportes en la vida de los humanos.
Que importante mirar el cielo con otros ojos, donde encontramos esta figura de la llama que tiene una historia basada en la compasión por el ser humano. Toma el agua de la tierra para que no haya inundaciones. Baja a la tierra para multiplicar el ganado y dotar de una mejor y variada lana. Esta relación que nos favorece material y espiritualmente.
Este mito, es parte de los relatos de la religiosidad andina, de la trascendencia de presencias y que permite otros conceptos sobre la creación del mundo, del ser humano y de las criaturas que nos rodean.
Por ello me parece muy importante el planteamiento que sostiene Carolina sobre la educación literaria y la perspectiva de la dinámica intercultural que favorece la lectura de mitos.
Este pudo ser un gran momento histórico para la lectura más amplia de los mitos y relatos de la tradición oral, tan fascinantes y abundantes en Bolivia. Pese al inmenso trabajo de recopilación y sistematización de esta tradición por parte de los Centros Educativos de los Pueblos Originarios (CEPOs), integrados por los pueblos indígenas, la difusión es muy limitada.
Interesante constatar que hay una nueva definición del uso y aplicación variada de los relatos orales y que el autor Rovira-Collado denomina constelación multimodal. Esta es una práctica que, bajo otros nombres o sin nombre, se ha desarrollado desde siempre en nuestras culturas. Es decir, que una figura de la mitología esté presente en varios soportes materiales, con diferentes usos, y nuevas versiones que demuestran la adaptación de estos relatos a diversos momentos históricos e incluso a las nuevas tecnologías.
Celebramos la propuesta de Carolina que escribe y teje para que Yacana tenga una nueva versión literaria y este plasmada en variados textiles, en los que ella es experta en su confección. Yacana toma así nuevas formas y dimensiones entre lo moderno y la ancestralidad, incorporando de esta manera a un mayor número de guardianes de la oralidad.
Bienvenida Carolina Loureiro, miembro de nuestra querida Academia Boliviana de LIJ.
La Paz, Chuquiago 15 de Marzo de 2024
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