3 Marzo, 2023
El baile de los dioses
por Verónica Linares,
Mariana Ruiz, reconocida autora boliviana sobre todo por la saga del bien conocido personaje de Uma: Uma y el círculo mágico, Uma y el guardián de los animales, Uma y el tesoro perdido, entre otros, nos brinda en esta oportunidad una novela juvenil en la que se mezclan la aventura, varios mitos y dioses del mundo andino.
Todo comienza cuando Estela y algunos compañeros de curso deciden viajar al Carnaval de Oruro. Sin embargo, al llegar allá sucede algo fuera de lo normal, sus compañeros no logran verla y ella no puede comunicarse por más que lo intenta. En realidad, sí hay algunos seres que la pueden ver: Mallki, un vendedor de amuletos y otros como el temible dios Pachaqamac, señor de los temblores, o Waira, dios de los vientos.
De esta forma, Mallki (con la ayuda de Amaru, dios de los ríos) logra salvar a Estela de estos dioses que parecen querer secuestrarla e inician un viaje maravilloso con varias misiones, gracias, entre otros a la ayuda de Pachapaqariy, la hermosa y bondadosa diosa de la Aurora.
En primer lugar, y gracias a la sabiduría y a los poderes de las piedras y los “keros”, ellos logran entrar en una antigua chullpa y tener una audiencia con la Ñusta Qoyllor. Esta le anuncia a Estela que ella también es una Ñusta cuyo nombre es “Chaska”. La Ñusta Qoyllor también le indica que le mostrará su destino y le da una misión: ir a Copacabana en busca de la “Mamita”, la Virgen, quien la ayudará a encontrar a Choquechinchay, la constelación del jaguar celeste y despertar las fuerzas del cielo. Definitivamente, hay algo que algunas fuerzas del mal están tramando y Estela, sin saberlo debe evitar.
Mientras tanto, en el Alto, varios dioses muy potentes como Tunupa, el dios volcán, Ritti, la diosa de las nevadas, Akarapi, el dios de la lluvia, y otros más se comienzan a reunir pues traman algo que puede llegar a ser nefasto para todos.
Felizmente, Estela y Mallki, con algunas dificultades, logran llegar hasta el lago sagrado, y esta, al sumergirse se encuentra con una misteriosa ciudad sumergida y con unas extrañas sirenas con cara de sapo y cabellos blancos, quienes les entregan un cilindro de plata y los guían hasta Copacabana.
Una vez en Copacabana, Mallki y Estela se encuentran con la Virgen y el niño. Se trata de un breve encuentro, pero a la vez lleno de historia y de emociones.
Lamentablemente, los dioses se han vuelto a juntar y han vuelto a iniciar su temible baile, un baile que ocasiona terribles desastres naturales en la ciudad de La Paz.
Mientras tanto, Estela y Mallki emprenden un nuevo viaje, esta vez a Yanacachi, en la zona de Nor Yungas, donde alguna vez había existido un pueblo inca: Inkarraca, y asimismo, un templo muy importante.
En ese lugar, Mallki y Estela intentan convocar al jaguar, el Señor del Trueno, uno muy poderoso:
“El gran felino es el poder invisible contra las fuerzas del mal y representa a la constelación del gran felino resplandeciente, un conjunto de siete estrellas, que es más viejo incluso que el tata Sol o la mamita Luna. Tener un colmillo de jaguar significaba poder llamar uno a voluntad, y eso es lo que nos dio la Pulimana…Solo tengo que sujetar al talismán e invocarlo.” P. 77
Sin embargo, al intentar convocarlo, no lo logran y aparece Supay, el genio del mal, con una enorme máscara de diablo del carnaval. Este, con mucho desdén les explica que es el tío de las minas de allí y que solo quiere comprobar si Estela es realmente una Ñusta. Al hacerlo, Supay les lanza una caracola, que era el roncador que necesitaban para terminar de invocar al jaguar. Al atraparla, Mallki reflexiona:
“_No queda más que bailar muchachita “_le dijo, antes de soplar la caracola…el rugido que esta emitió hizo temblar las paredes del recinto.” P. 79
En ese momento, la furia de los dioses se hizo sentir más fuertemente mientras continuaban con el Taqui Oncoy o la enfermedad del baile, la cual había tenido lugar en primera instancia cuando los españoles invadieron las tierras incaicas y hubo la famosa “extirpación de idolatrías”, cuando el pueblo comenzó a adorar a los dioses de los hombres blancos. En ese momento, los dioses incaicos habían ayudado a su pueblo, pero ahora, ya no estaban dispuestos a hacerlo:
Pachaqamac retomó la palabra:
_ Hermanos, hoy los he invocado aquí para defender la tierra, nuestra Pachamama, puesta a nuestro cuidado. Basta ya de hombres, ellos han dejado de creer y ya no respetan nada. ¿Por qué deberíamos respetarlos nosotros? p. 81
Y de esta forma, al son de una banda, lo dioses iniciaron su baile, mientras una inmensa nube negra se posaba en la ciudad.
El baile de los dioses es una novela llena de aventuras en la que muchos y dioses y personajes de la mitología andina aparecen para recordar un terrible baile de destrucción.
Mariana Ruiz nos lleva por diversos lugares del país, centros de culto de la cultura andina para que Estela y Mallki puedan ayudar a salvar al mundo de la furia de los dioses. Con un lenguaje ágil, a la vez que potente y poético en oportunidades, la autora nos hace vivir esta aventura que también hace alusión a terrible diluvio que ocurrió en La Paz en febrero de 2002, dejando una tragedia inolvidable. Una novela ambiciosa que realmente de manera ingeniosa y sobre todo llena de referencias a la cultura incaica, nos introduce al mundo de los dioses.
El baile de los dioses. Mariana Ruiz Romero. Grupo Editorial La Hoguera, Santa Cruz de la Sierra, 2014. Seleccionado entre "Los recomendados 2014-2016" por la Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil.