Un libro que no te puedes perder: Ron Ron desde la ventana

Un libro que no te puedes perder: Ron Ron desde la ventana

9 Diciembre, 2022

“Ronron” desde cualquier parte

 

Por Manuel Vargas

 

Me pongo a ver las cosas que hizo Martha Gantier a lo largo de estos años, por dónde anduvo, qué libros publicó, qué diciendo y con quiénes, y de repente me doy cuenta que “hicimos” muchas cosas juntos. Hasta me había olvidado que uno de sus libros para niños fue publicado por Correveidile, Mauricia la muñeca de trapo, agotado ya desde hace años. Y que estuvimos desde jovencitos en estas andanzas literarias, aparte de que toda una vida nos estuvo rodeando con amigos y experiencias comunes. Cuentos y poemas suyos se publicaron en la revista infantil Chaski donde yo trabajaba, y que yo sepa no están todavía publicados en forma de libro.

 

Siguiendo mi propio cuento, hace ya algunos años tenía yo los originales de un libro de poemas para niños, que Martha me entregó, por si acaso, y al cabo de un tiempo ofrecí a 3.600 para su publicación. Y pasaron los años —La Paz, Pereyra, Berlín, La Paz y no sé qué más—, y de repente ella volvió de Alemania —ella siempre vuelve, con o sin sombrero— a presentar este libro.

 

Entonces, no es nada extraño que tantas vueltas de la vida lleguen a este momento, en el que yo debo formar parte de una aventura más que ahora culmina. Y no es novedad que Martha haya trabajado en más de una aventura literaria relacionada con el público infantil.

 

Por lo que ya me voy a cercando al tema de esta noche de “Ronrones”, para lo cual recurro a otros recuerdos.

 

Una vez le hice, entre otras, dos preguntas al escritor suizo Franz Hohler, a propósito de la llamada literatura infantil. Esto podría justificar nuestra presencia aquí, en este acto de presentación del libro de mi amiga Martha Gantier Balderrama.

 

  1. ¿Por qué los adultos escriben para niños? Respuesta: Porque buscan a sus colegas. Sus colegas de la fantasía.

 

2. ¿Cómo se imagina usted al niño al que dirige su escritura? Respuesta: El niño al que dirijo mi escritura no es una figura ajena o imaginaria. El niño soy yo.

 

De manera que no estamos acomodándonos a una situación “ajena y desde arriba”, o “desde los años” cuando nos referimos a este tipo de literatura. Por eso, asimismo, encuentro en la contratapa de este libro de Martha esta frase aclaratoria. El presente libro es “Para lectores de toda edad”.

 

No estemos entonces, por favor, separando la literatura de acuerdo a su “destinatario”. El destinatario somos todos nosotros. Y así se entienden estos poemas, que se refieren al mundo: al poeta sorprendido ante el mundo, al poeta que juega y descubre y se alegra y se entristece frente a lo que ve y lo que siente: los insectos, el mar, los animales y sus nombres, los objetos, todo cuanto nos rodea y nos habla, asimismo. Nos habla con palabras, palabras que fluyen, letras que se entremezclan y juegan y construyen la realidad, o sea la fantasía de la realidad. Lo cual, finalmente, nos enriquece de vida, nos alimenta de lo que nos hace falta: inocencia, fantasía, ojos, muchos ojos y todos los demás sentidos que tenemos para estar aquí, en el mundo, en este salón, jugando como si fuéramos criaturas inventadas por las palabras.

 

Y ¡huay! del que quiera separar al niño del adulto. Porque, vuelvo a mi amigo Franz Hohler:

 

“Una literatura exclusivamente para niños es aburrida… En cada hombre hay un niño que quiere jugar… y en cada niño hay un adulto que quiere pensar y saber. No hay una frontera exacta con control de pasaporte entre el niño y el adulto”.

 

Así que estemos tranquilos, y gocémonos de estos momentos sin mirar desde arriba, desde lejos, tanto a estos libros pequeñitos y coloridos, como a quienes los realizan y los hacen posibles. Somos todos nosotros.

 

Ron ron desde la ventana, Martha Gantier, Editorial 3600, La Paz, 2022.

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