16 enero, 2023
Verónica Linares
Escritora
Carolina Maldonado, autora de varias obras y géneros, tanto en el ámbito infantil como pre-juvenil, nos lleva en esta oportunidad al mundo de los cuentos en esta obra que incluye cinco historias con títulos sugerentes que hacen alusión al universo de la magia y de los inventos infantiles.
Estos cinco cuentos relatan acontecimientos de la vida cotidiana de familias actuales, en un mundo urbano y real. Sin embargo, gracias al punto de vista y a la imaginación de los niños, estas vivencias se tornan mucho más llevaderas, amistosas y en ocasiones hasta cómicas.
En el primer cuento, Apucalá, tanto una madre como una hija, unidas por la palabra mágica “Apucalalá” logran hacer que las personas cercanas a ellas se sientan mejor gracias a los detalles que sobre toda la hija quiere regalar o compartir con los demás.
En la segunda historia que esta vez involucra a dos mejores amigos, la mamá, la abuela y un tío, gracias al perdón y a un avioncito llamado Ticou, suceden varios acontecimientos: se restablece una amistad, afloran recuerdos de antaño con el tío Bruno, que además reaparece luego de haberse alejado de la familia.
El tercer cuento, titulado, “Picolino, Capítulo Tercero”, es la historia de un niño que justamente se autodenomina así y que debe ir a hacerse vacunar. Su papá y sus hermanos lo acompañan y es papá quien debe manejar. En el trayecto, que es el mismo para ir a dejar a los hermanos al colegio, Picolino, Capítulo Tercero que es como un hechicero, se divierte y hace muecas a los que pasan cerca de su auto. Al llegar al hospital el papá, que se mete al juego de magia de su niño, logra distraerlo para que el pinchazo de la vacuna no le duela.
“_Soy Picolino Capítulo Tercero _aclaró el niño, mencionando el nombre que había adoptado unas semanas atrás_. Y no estoy haciendo “mecuas” a la gente, solo les estoy haciendo reír _explicó.” (P.37)
En la cuarta historia, “Ayupitas”, Jorge, un niño que no es muy querido en su colegio debido a su fama de ser maltratador adopta un perro al cual llama Ayupitas. Debido a su mala fama, Jorge es repudiado por sus amigos pues, con el fin de salvar un nido de pájaros, este empezó a lanzar sus chancletas a unos niños desde su ventana. Finalmente, todos se dan cuenta que Jorge es un buen chico que pretende ayudar y a rescatar a los animales.
“¡Pacuni oganza! Es el título del último cuento de este libro y en este, una niña llamada Valeria va mezclando su mundo imaginario, de hadas y brujas con la realidad. Un día, ella y sus padres deben ir a visitar a la tía abuela, pero a Valeria le da miedo y cree que esta es una bruja que vive en un lugar hechizado, y que va a darles alguna poción extraña. Gracias a las palabras mágicas “Pacuni oganza”, Valeria logra deshacer hechizos y pasarla muy bien donde la tía abuela.
“La niña descendió del auto y miró la casa que tenía en frente. Un electrizante escalofrío la recorrió súbitamente desde los pies hasta la nuca. “Pacuni oganza”, pensó, respiró profundo y atravesó la puerta sujetando fuertemente la mano de su mamá.” (P. 59)
Al leer estas historias, nos damos cuenta de que Carolina Maldonado conoce el mundo de los niños, los cuales necesitan de la magia, del juego y de las historias para entender y vivir en el mundo de los adultos. En este mundo infantil, las palabras mágicas son muy importantes y ojalá los adultos podamos siempre entenderlas y no olvidarlas.
Las ilustraciones que acompañan las historias fueron realizadas por Anry Tsukayama.