Vuelan Vuelan 58: La Flor de Lirolay: el sincretismo de los cuentos maravillosos y los elementos indígenas (I. Mesa), La literatura infanto-juvenil en el sistema educativo (V. Montoya)

Vuelan vuelan
Año 6, boletín 58

Febrero,2014

Visita nuestra web: www.ablij.com

  • Distinción de la Comisión de Fomento a la Cultura Herrmann de La Paz (2009)
  • Distinción del Gobierno Autónomo Municipal y Oficialía Mayor de Culturas de La Paz (2013)
  • Premio Nacional y Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil "Hormiguita Viajera", Biblioteca Madre Teresa de Calcuta, Buenos Aires (2013)


Comité editorial: Isabel Mesa, Liliana De la Quintana, Víctor Montoya

Vuelan vuelan es un boletín mensual dedicado a la literatura infantil y juvenil que tiene como objetivo llevar artículos, entrevistas, reseñas de libros, notas sobre ferias, congresos y presentaciones de libros a escritores, ilustradores, docentes, psicólogos, pedagogos y personas interesadas en el tema.

Vuelan vuelan pretende ser la plataforma que dé a conocer a los autores bolivianos y extranjeros con su literatura y forma de pensar. Quiere ser una revista mediadora, que comunique los acontecimientos más importantes relacionados con la literatura infantil y juvenil. Desea ser portavoz de artículos interesantes sobre el tema infantil que enriquezcan la formación teórica de nuestros lectores. Pero, sobre todo, quiere ser un enlace nacional de la literatura infantil boliviana.

Vuelan vuelan también abre sus puertas a opiniones, comentarios y material que puedan hacernos llegar los lectores para que este boletín sea un punto de encuentro de la literatura infantil y juvenil capaz de unir a todo el país en favor de nuestros niños y jóvenes.


LEYENDO LITERATURA INFANTIL


La literatura infanto-juvenil en el sistema educativo

 

Víctor Montoya
Escritor y pedagogo

 

En una de las Ferias de Literatura Infantil y Juvenil, que en los últimos años se han organizado en varias ciudades del país, tuve la ocasión de escuchar, casi por mera casualidad, el comentario vertido por una profesora en torno a cuál es la función didáctica de la literatura destinada a los niños y jóvenes. La verdad es que me quedé de piedra, porque a estas alturas del proceso histórico debía estar claro cuál es la diferencia entre la literatura infanto-juvenil y la literatura didáctica.   

Por otro lado, y como si esto fuera poco, la misma profesora afirmó que cualquier libro que se aplique dentro de la escuela debe tener la función de "enseñarle algo" al estudiante; de lo contrario, la lectura de cualquier libro que no le aporte "conocimientos concretos" es una verdadera pérdida de tiempo.

Aprovecho este espacio para retomar un viejo tema que, a pesar de haberse debatido a diestra y siniestra, parece seguir despertando controversias entre educadores, escritores y estudiantes. Me refiero al tema que aborda la diferencia existente entre los libros didácticos, que "enseñan algo" dentro del sistema educativo, y los libros de literatura infanto-juvenil, que van ganando considerables espacios dentro del sistema educativo, gracias al tesonero esfuerzo de varios actores que ha hecho posible que la literatura infanto-juvenil deje de ser vista con menosprecio por parte de algunos profesores retrógrados y los tecnócratas de la educación.  

Es importante considerar que la didáctica, ante todo, es la disciplina científico-pedagógica vinculada al proceso de enseñanza-aprendizaje, donde se establece la interacción de dos elementos fundamentales: el estudiante, quien asimila los contenidos de los libros de texto, y el profesor, quien actúa como mediador entre el contenido y el estudiante.  

Por eso mismo, la didáctica constituye una parte importante de la pedagogía que se ocupa de las técnicas y los métodos de enseñanza aplicados de manera general dentro del sistema educativo. Y uno de esos instrumentos básicos de la educación es la literatura del género didáctico, cuya principal función es la de enseñar, instruir o transmitir conocimientos del saber humano, avalados por los especialistas y los tecnócratas de la educación.  

La literatura didáctica, por su propia esencia, está al margen de la literatura cuya finalidad no radica en transmitir conocimientos técnicos ni científicos, sino en entretener al lector que busca en los libros no siempre los conocimientos del saber humano, sino una historia ficticia o real narrada de manera artística, con un lenguaje apropiado para su edad y con los recursos propios de las modernas corrientes literarias.

Las fábulas, que no estaban pensadas ni escritas para los niños, se usaron desde siempre en las instituciones educativas, con la finalidad de enseñar conceptos de conducta moral y ética a través de los diálogos y episodios protagonizados por los animales tanto salvajes como domésticos; me refiero a esa literatura moralizante que, al igual que la Biblia, sigue vigente en el sistema educativo actual, como los pilares fundamentales tanto del didactismo como de los preceptos religiosos.  

Sin embargo, si bien es cierto que en los libros escolares están presentes las motivaciones moralistas y pedagógicas, que los profesores se empeñan en inculcar a los estudiantes a plan de resúmenes y exámenes, es cierto también que existen algunos avances en la elaboración de materiales didácticos contemplados desde la realidad psico-social de los niños y jóvenes, con la participación activa de los profesores-escritores, quienes se empeñan en hacer circular una literatura infanto-juvenil en las aulas, conscientes de que el tratamiento estético del lenguaje y las historias bien narradas son indispensables para la formación intelectual y el gusto estético de los grandes lectores del mañana.  

Está claro que la literatura infanto-juvenil no debe quedar al margen del sistema educativo, sobre todo, en las materias de lenguaje y literatura que forman parte del sistema de enseñanza, en el cual intervienen diferentes aportes teóricos desde la perspectiva lingüística, cultural y cognitiva, que contribuyen al desarrollo integral del individuo. Es aquí donde la aplicación de la lectura de algunas obras literarias en escuelas y colegios juega un rol importante como estímulo del hábito de la lectura que tanta falta hace en el contexto de los estudiantes ávidos por ensanchar sus conocimientos más allá de los libros de texto que les proporciona el sistema escolar.

La mayoría de los profesores están convencidos de que la lectura cumple funciones vitales en la formación de la personalidad y el desarrollo intelectual del estudiante, porque no sólo le sirve para comprender mejor el lenguaje y las costumbres de su comunidad, sino también para ampliar su comprensión cognoscitiva, su capacidad lingüística, sus operaciones mentales y satisfacer su estado emocional y sus necesidades de información del entorno social y familiar; más todavía, la lectura de todo tipo de libros, aparte de aumentar el bagaje cultural, contribuye a la incorporación de un vocabulario más rico y variado en expresiones dialectales; promueve la creatividad y el juego de intercambio de roles; profundiza los procesos de comprensión, mejora la ortografía y la construcción de mensajes a través de la aplicación de estructuras sintácticas correctas.

Es importante que el profesor, que tiene la obligación de acercarlo al estudiante hacia el descubrimiento del tesoro literario, encuentre las estrategias adecuadas para hacer que la lectura de los textos literarios sea una experiencia más cercana al placer que al tormento. De nada sirve obligándolos a cambiar sus horas de juego por las horas de lecturas agobiantes y, más aún, si los libros no son de su interés. La "lectura obligada" es una de las razones por las cuales muchos estudiantes huyen despavoridos de la lectura, considerando que la literatura es una asignatura tan difícil como la comprensión de la lectura.

Para evitar esta catástrofe, lo recomendable es permitirle al estudiante elegir, en absoluta libertad, el libro que prefiere leer, porque si se le obliga a leer, a raja tabla y sin consideraciones, un libro establecido por el programa escolar, se corre el riesgo de perder a un lector en potencia. Además, el objetivo de la educación no consiste en "alejarlos", sino más bien en "acercarlos" al fascinante mundo de la literatura. Lo mismo debe aplicarse a los libros que se les recomienda leer durante las vacaciones o fines de semana. Es decir, que no lean por deber, sino por el puro placer de leer lo que les interesa. No en vano García Márquez, en su artículo "Manual para ser niño", recomienda: "Sería ideal que un niño dedicara parte de su fin de semana a leer un libro hasta donde pueda y hasta donde le guste -que es la única condición para leer un libro-, pero es criminal, para él mismo y para el libro, que lo lea a la fuerza en sus horas de juego y con la angustia de las otras tareas".

Los profesores deben ser capaces de motivar a los estudiantes hacia el gusto por la lectura de los libros que, por su valor estético o temático, sean los primeros pasos en su descubrimiento de la gran literatura universal. En el mejor de los casos, sería altamente significativo si se logra que el niño y el joven, por su propia iniciativa como lectores, puedan acceder, sin la mediación directa de su profesor o progenitor, a los libros que, aparte de estar cuidadosamente editados, estén escritos con fines lúdicos y estéticos.

Si esto se logra, entonces podemos estar seguros de que le restaremos el tiempo que le dedican al videojuego, al DVD, las redes sociales, los jueguitos virtuales o los programas de variedad que ofrece la televisión. Con esto no quiero decir que la literatura debe contraponerse o estar en competencia con los medios audiovisuales de la tecnología moderna, sino que, simplemente y llanamente, el estudiante ocupe tanto tiempo delante de las páginas de un buen libro que delante de la pantalla de la televisión o el ordenador, tan de moda en nuestro siglo.


La Flor de Lirolay: el sincretismo de los
cuentos maravillosos y los elementos andinos



 

Isabel Mesa Gisbert


Los cuentos populares llegan a América entre fines del siglo XIX y principios del XX, y se esparcen por el continente dejando en cada uno de los países latinos distintas versiones. Muchos de ellos tienen su origen en los cuentos de los hermanos Grimm, quienes se acercaron a la recopilación de narraciones por una investigación netamente filológica y, sobre todo, por el rescate de la cultura popular de su medio; pues no tenían en mente llegar con estas historias al público infantil. Ya en España, si bien las narraciones conservan la estructura básica del cuento, adoptan nuevos elementos y desechan otros, y al pasar a América surgen nuevas versiones.

"La flor de Lirolay" no es una excepción. Basado en un cuento de los hermanos Grimm titulado "El agua de la vida" o "El agua milagrosa", tiene una de las primeras versiones de la pluma de Fernán Caballero (seudónimo de la escritora Cecilia Böhl de Faber) en su libro Lágrimas: novelas de  costumbres contemporáneas. Publicado en Madrid en 1853, 41 años después de darlo a conocer los Grimm en Alemania, el cuento se conoce con el nombre "La flor de Lililá" y está inserto en el cuarto capítulo de la novela, en la que Lágrimas, protagonista de la novela, cuenta esta historia a varias otras niñas que están en un convento.  

De las primeras versiones americanas, está la de la autora costarricense Carmen Lyra (seudónimo de la autora María Isabel Carvajal Quesada), quien en 1920 publica una versión de este cuento con el nombre "La flor del Olivar" en su libro Cuentos de mi tía Panchita.

La estructura básica del argumento no cambia mucho. En el cuento de los hermanos Grimm, el rey está enfermo y les pide a sus tres hijos que le traigan un cántaro con el agua de la vida para curarlo. La fuente del agua de la vida está a varias leguas de camino y encerrada en un castillo vigilado por dos leones. En el caso español, el de Argentina, Costa Rica y Chile, el rey enfermo queda ciego y la única cura es tocar sus ojos con una flor única de color rojo que se encuentra en un lugar lejano y prácticamente inaccesible. A diferencia de las versiones de los países mencionados, en Perú, el rey es un gobernador inca llamado Asportuma, que también queda ciego, y en lugar de un sabio o mago (personaje de varias de las versiones) que es el que propone la búsqueda de la extraña flor,  aparece una anciana que conoce los secretos del imperio.

Ante la situación del padre, son los tres hijos del rey los que salen a buscar el remedio. Cada uno va por un camino diferente, o, en algunas versiones, cuando el hermano mayor no regresa, entonces parte el hermano del medio y luego el menor. A medio camino los hermanos se encuentran con un enano (versión de los Grimm), con una anciana, pordiosera o la Virgen (versión chilena, costarricense y española), o con la Pachamama (versión peruana). Muy usual en los cuentos maravillosos es que los hermanos mayores se porten de una manera grosera en las historias. En este caso, el personaje con el que se encuentran los castiga y estos o se quedan encerrados entre dos montañas, como en el cuento de los Grimm, o se pierden en un laberinto (versión chilena) o se quedan encerrados en una casa de juego donde lo han perdido todo (versión costarricense) o son llevados por la mala senda de la vida al escoger las malas compañías (versión española).

El hermano menor, que es el que siempre tiene un buen comportamiento en este encuentro, es premiado por el personaje quien le da la clave para cruzar los obstáculos y encontrar la flor mágica. En el cuento original, el hermano menor se encuentra con dos leones guardianes del castillo que los apacigua dándoles el pan que recibiera de manos del enano. Dentro del castillo también está encerrada una princesa que ha sido hechizada y que el protagonista libera. En la versión chilena, por ejemplo, el protagonista tiene que llegar a un jardín encantado vigilado por un monstruo, que es la misma princesa encantada, a quien libera del hechizo al herir al monstruo con su cuchillo. En las versiones española, argentina y costarricense la princesa prisionera no existe.

Una vez que el hermano menor obtiene la flor, va al encuentro de sus hermanos y les cuenta su historia. Los hermanos, llenos de envidia porque él obtuvo lo que ellos no pudieron, lo matan, lo entierran y se apropian de la flor.

Todas las versiones coinciden en el relato del crimen, con excepción de la versión peruana en la que los hermanos encierran al menor en una cueva. Sobre la tumba, o al lado de la cueva, crece una caña que un pastor recoge para hacerse una flauta (en la versión peruana es una quena) que al tocarla, inicia un canto. Esta parte del cuento se aleja de "El agua milagrosa" de los Grimm y engarza con el cuento de "El enebro", de los mismos autores, en el que de los restos enterrados del niño, nace un enebro del que surge una llama de donde sale un pájaro que repite el canto:

 

 

 

 

 

 


Mi madre me mató,
mi padre me comió,
y mi buena hermanita
mis huesecillos guardó.
Los guardó
en un pañito de seda,
¡muy bonito!,
y al pie del enebro
los enterró. Kivit, kivit,
¡qué lindo pajarillo soy yo!


En las versiones de "La Flor de Lirolay", al tocarse la flauta o quena, ésta inicia un canto que dice:
 

VERSIÓN ESPAÑA
No me toques, pastorcito,
que tendré que divulgar,
que me han muerto mis hermanos
por la flor del Lililá.


VERSIÓN CHILE
No me toques, pastorcito,
ni me dejes de tocar.
Mi hermano mayor me ha muerto
por una flor Lililá.


VERSIÓN COSTA RICA
ARGENTINA

No me toques pastorcito,
 ni me dejes de tocar;
que mis hermanos me mataron
por la Flor del Olivar (Lirolay).


VERSIÓN
PERÚ

No me toques pastorcillo,
Ni me dejes de tocar,
mis hermanos me dejaron
por la flor del lirolay.

 

Odilie Cantillano Vives, especialista que hizo un estudio sobre el trabajo de Carmen Lyra comenta sobre una versión ecuatoriana, que no pude conseguir, en la que el canto de la flauta es algo distinto: "... pues el rey que estaba paseándose oye que le dicen: Sácame de aquí, mis hermanos me tienen por muerto, pero me hallo sano y salvo, en un tubo de cemento" (Cantillano, El pozo encantado, pág, 46).
 
El pastor va por los caminos con la flauta hasta que la noticia llega a oídos del rey y en seguida se descubre el crimen de los hermanos. El hermano es encontrado vivo, pegado a las raíces de la caña y liberado. En todas las versiones, el rey condena a muerte a los hermanos, pero a pedido del hermano menor, éste los perdona.

Todas estas versiones latinas, e incluso la española, (imagino que hay muchas otras versiones que desconozco) se mantienen como un cuento maravilloso en el cual no se precisa lugar ni tiempo en la trama y no introducen elementos nativos de los países donde se narran. La excepción es la versión peruana, que sitúa al cuento en pleno imperio incaico y rescata algunos elementos propios como la Pachamama, la selva amazónica y la quena.


La versión boliviana de "La Flor de Lirolay"
 

La versión boliviana, escrita por Oscar Vargas del Carpio, es parte de una recopilación que hace el mismo autor de aquellos cuentos que su madre, Doña Evangelina Vargas, contaba a todos los chiquillos del barrio en Tupiza (Potosí) a mediados de los años 30. En 1966, Vargas del Carpio publica el único libro suyo para niños con el título Cuentos de hadas, bolivianos, en el que además de "La flor de Lirolay", incluye otros 10 cuentos también contados por su madre.

En el prólogo del libro, Vargas del Carpio nos dice: "Extraña habilidad la suya para narrar, en forma tan sencilla pero al mismo tiempo tan gráfica y amena, cada uno de los pasajes con una exactitud de cosa viva...". Con el ánimo de que estos cuentos pasen de generación en generación y lleguen a los hijos del autor y a los hijos de sus hijos, es que Vargas del Carpio los deja por escrito. De esa manera, este libro se convierte en el único documento escrito de cuentos populares que existe en Bolivia.

Llama mucho la atención la extensión del cuento "La Flor de Lirolay" que está relatado de manera muy detallada ocupando seis capítulos y 78 páginas. Es muy curioso lo minucioso y extenso de un relato cuyo origen es un cuento corto; pero lo importante es la inserción de elementos andinos que logran un verdadero sincretismo de príncipes, princesas y hechizos que se asocian a cóndores, montañas nevadas, socavones de minas y tradiciones andinas que no se ve en ninguna de las otras versiones latinoamericanas.

"La Flor de Lirolay" comienza de manera distinta a las otras versiones. La persona que necesita la flor es la princesa Morayma que sufre de una extraña enfermedad. Los reyes llaman a un sabio que recomienda buscar la flor en "los más altos riscos de la tierra, en los más prominentes y encumbrados picos de las montañas, allí donde sólo pueden llegar los cóndores" (pág. 14). El rey convoca a todo aquel que quiera traer la flor para la princesa. Muchos intentan conseguirla, pero ninguno logra traerla, porque la flor sólo se muestra a los "mancebos valientes y temerarios, humildes y buenos", y la mayoría de los pretendientes van impulsados por la codicia. Pero un día aparecen tres hermanos leñadores, dispuestos a encontrar la flor. Los tres hermanos parten hasta que el camino se divide en tres partes y cada hermano toma uno de ellos.

Es a partir de este momento que la historia se convierte en tres cuentos dentro de uno; pues el autor relata la aventura de cada hermano como si fuera un relato independiente.

Jaime Eduardo, el mayor de los hermanos, encuentra a mitad de camino a "un gordo gamonal castigando con un látigo a un niño" (Pág. 22), palabra que en Bolivia se relaciona con el cacique de un pueblo que ejerce autoridad sobre los campesinos. Jaime Eduardo lo libera y el niño le sirve de guía en su camino. Lo lleva hasta un lago subterráneo en el que aparece una diabólica cabeza que flota en el aire y que afirma que en ese lugar vive lo malo que siembran los hombres. Al desaparecer la cabeza, surgen unas mujeres desnudas que representan los pecados capitales y se presentan como "yo soy la Lujuria, aquella la Mentira, la de más allá la Envidia". Este diálogo nos trae a la memoria la obra teatral de Rafael Ulises Peláez "La lucha entre el bien y el mal" (relato sobre la danza de la diablada de Oruro) en la que Lucifer le presenta a Miguel a cada uno de los pecados capitales dentro del socavón de una mina. Finalmente, Jaime Eduardo cae en un abismo que lo lleva hasta la eternidad. Allí encuentra a los seres que cuidan la montaña, al igual que los guardianes de las montañas en los que creen los mineros. Desde la eternidad, este hermano se queda sin posibilidades de recoger la Flor de Lirolay.  

Carlos, el segundo hermano, pasa la noche en una cabaña en la que una viejecita le pide que no siga con la idea de conseguir la flor porque lo llevará a su perdición. De la misma manera, la noche siguiente se queda en la cabaña de un viejecito, que es el Tiempo, quien también le aconseja que abandone su misión. Sin embargo, el joven está seguro de que la búsqueda de la flor es su destino. De pronto, se encuentra cabalgando sobre una altiplanicie rodeada de cumbres nevadas que nos sitúa en pleno altiplano boliviano: "Un paisaje totalmente diferente se tendió ante sus ojos: una altiplanicie interminable y, a su fondo y muy lejos, las montañas nevadas, una cadena de ellas para buscar la Flor de Lirolay... ni una mata, ni un árbol recreaba la vista y silbaba en los oídos un viento penetrante y frío que taladraba hasta los oídos." (Pág. 38 y 39). Carlos continúa su camino "descendiendo a un pequeño lago de la época glaciar para luego subir a alturas de más de 4,000 metros..." (Pág. 39) descripción típica de la zona andina. Finalmente llega a la montaña que busca: "Tres penachos escondidos en las nubes la coronaban, un río caudaloso corría a sus plantas" (Pág. 39). No puede ser otra montaña que el imponente Illimani de la ciudad de La Paz.

El leñador escala la montaña y allí es raptado por un enorme cóndor "Carlos no tuvo tiempo de defenderse del enorme pájaro de negro plumaje y níveo cinturón de plumas blancas en el cuello que se abalanzó sobre él y lo levantó en sus garras cual si se tratara de un muñeco" (Pág. 40). De pronto, un cóndor lo toma con sus garras y lo lleva hasta una caverna en la cima de la montaña. El Rey de las Nieves, figura que hace alusión a otro personaje de los cuentos de los Hermanos Grimm (la Reina de las nieves) lo recibe y le cuenta la historia de Lirolay. Una maldición ha convertido a una bella mujer en flor por haber roto sus votos de sacerdotisa y haberse entregado al sabio. Desde entonces ella vaga por las cumbres hasta que algún mancebo llegue hasta ella después de haber vencido muchos peligros, para usarla en la cura de alguna enfermedad. Carlos se arriesga y va en busca de la doncella, pero al encontrarla se enamora de ella y la besa. En ese instante pierde el sentido y vuelve al lugar donde se bifurcan los tres caminos, lugar de encuentro de los tres hermanos una vez recorrido cada uno su camino.

El camino del tercer hermano, Luis Alfonso, lo lleva a una pampa desolada y fría en la que escucha una música "dulce y tristona, con mucho de llanto y de lamento. Una música por la que parecía desahogarse todo el llanto y la amargura de una raza". Posteriormente, llega a un pueblo y allí busca a la "abuela" quien le dice que tiene que pasar tres lagunas, la montaña cantarina y recién escalar una cumbre escarpada hasta llegar a la Flor de Lirolay. El tercer hermano se encuentra en una zona en la que la música andina está presente. La abuela, que es la que cuenta estos cuentos en la ciudad de Tupiza y madre del autor, pasa a tener un rol en el mismo cuento y es la que guía al tercer hermano para que encuentre la flor. Él debe cruzar tres lagunas, la roja, la amarilla y la verde. Justamente, en el sur de Bolivia se encuentra la laguna colorada y la laguna verde, que pueden ser las que el autor nombra en el cuento. El barquero que ayuda a cruzar a Luis la primera laguna es la Guerra que navega sobre un lago de sangre, el segundo barquero es la Peste y navega sobre un lago amarillo de inmundicias y el tercer barquero es el Hambre que se interna en el propio cuerpo de Luis haciéndolo sufrir. Finalmente, Luis Alfonso logra llegar a la orilla después de haber cruzado los tres lagos de la maldad humana. En seguida llega hasta la montaña cantarina que lanzaba mil melodías distintas que Luis escucha plácidamente. Luego, inicia la ascensión de la montaña escarpada y en la cima encuentra a Lirolay que se le ofrece como mujer, pero como Luis está enamorado de la princesa Morayma, Lirolay cumple con su destino medicinal y viaja con él de vuelta.

Cuando los tres hermanos se reencuentran en el lugar donde el camino se parte en tres, cada uno cuenta su historia y comienza una discusión. Carlos le dice a Luis que Morayma jamás se casará con él, que en cuanto esté curada buscará a un mancebo de la realeza. En realidad, Carlos, enamorado de Lirolay, sólo quiere apoderarse de la flor. Empieza la lucha entre los hermanos y Luis Alfonso muere. Carlos y Jaime Eduardo entierran a Luis y ambos parten hacia el reino donde son recibidos con algarabía por haber traído la flor. El sabio prepara la pócima con un solo pétalo que cura milagrosamente a la princesa. Carlos y Morayma anuncian su matrimonio y Jaime Eduardo está a punto de ser nombrado Primer Ministro.

Interrumpiendo los preparativos de la boda, el sabio le cuenta al rey que ha soñado la noche anterior con Lirolay, quien le ha comunicado sobre el crimen de los hermanos. Además, ha llegado al reino "un flautista que toca un instrumento original, hecho de caña, dicen llamarlo quena..." (Pág. 69), instrumento nativo que es originario de la zona andina y que sustituye a la flauta europea, que habla y canta un verso muy extraño. El rey pide ver al flautista y cuando el hombre toca la quena se escucha esta triste canción:
 

"Yo soy el más joven, Luis,
y sólo, llorando estoy,
porque mis hermanos me han muerto
por la flor de Lirolay..."



El flautista le cuenta al rey que ha fabricado la quena de una caña bellísima que estaba en el cruce de tres caminos y que cuando la tocó por primera vez, la quena cantaba la misma canción.
Enterado del crimen, el rey ajusticia a los hermanos y los manda a descuartizar haciendo que cuatro caballos tiren de su cuerpo en distintas direcciones. Si bien el desmembramiento como ejecución se ha utilizado en Europa, tiene un concepto muy especial en América. El ajusticiamiento de los hermanos nos recuerda al de Túpac Katari y al de Túpac Amaru durante el siglo XVIII.

La princesa pasa por una gran tristeza, entonces el sabio decide contarle la historia de Lirolay. Aquella mujer de quien él se enamoró y por una maldición se convirtió en flor. Sin embargo, el sabio está seguro que la flor también tiene el don de la vida y que con ella podrán resucitar a Luis.

La comitiva parte hacia la intersección de los tres caminos, encuentran la tumba de Luis y la flor de Lirolay lo vuelve a la vida. Inmediatamente después, la flor recobra su forma humana para abrazar a su dueño y señor que es el sabio, pero también para morir en sus brazos. El sabio que no puede vivir sin ella, toma el líquido de un pequeño frasco y muere junto a ella.

Luis y Morayma se casan y el sabio y Lirolay son honrados en todo el reino con un gran mausoleo que los recordará por siempre.

Esta es una versión muy extraña, convertida prácticamente en una pequeña novela, que utiliza la estructura y los personajes de un cuento maravilloso para situarlos en un ambiente andino en el que recrea lugares, tradiciones y costumbres bolivianas. El especialista Manuel Peña (Chile) me había comentado que en una de sus visitas a Bolivia, él había escuchado que los niños de una de las escuelas de "El Alto" sabían de la existencia del cuento "La Flor de Lirolay" como una tradición oral, pero no  conocíamos la existencia del cuento escrito.

Este cuento no deja de ser un documento valioso e interesante, no sólo por el contenido tan distinto al de otras naciones iberoamericanas, sino porque es el único documento escrito sobre cuentos populares dedicado a los niños que se conoce en Bolivia.

 

UN LIBRO QUE NO TE PUEDES PERDER  

La ola
 

Verónica Linares
Escritora


¿Es posible leer un cuento únicamente por medio de sus imágenes, prescindiendo completamente o casi completamente del texto escrito? ¿Es posible "leerlo", comprendiendo no sólo las dimensiones visuales, sino también literarias, como ser el tono, el ritmo, la trama la psicología de los personajes, la estructuración del espacio y del tiempo?

Justamente este es uno de los  grandes desafíos que debe lograr todo buen libro álbum; y ese desafío está plenamente logrado en el cuento La Ola, ilustrado por la reconocida autora coreana Suzy Lee, merecedora de varios premios y reconocimientos por sus libros e ilustraciones. Asimismo, el libro está editado por Barbara Fiore Editora, una excelente editorial especializada en libros álbum de gran calidad.

De esta manera, en La Ola, cuyo único texto escrito es justamente el título, cada elemento, cada paratexto resulta tremendamente enriquecedor para ir tejiendo la historia. Una historia extremadamente simple, casi una escena que la autora logra destacar y enriquecer imprimiéndole muchos significados y emociones.

Una niña llega, tal vez por primera vez, al mar. Su madre la acompaña en la lejanía pues ella llega corriendo. Y entonces se da la magia del encuentro en el que el mar es personificado y a su vez encuentra a la niña. Toda la trama gira en torno a este encuentro de acercamientos, retrocesos, juegos y descubrimientos entre la niña y el mar. Una historia conocida por muchos, casi universal.

Ésta comienza en la tapa, en la que el lector puede observar una niña que está de espaldas, dirigiéndose al mar. De manera inmediata nos impactan los colores empleados: el celeste vivo del mar y de las letras del título,  en contraste con los blancos, grises y el negro utilizado en la niña y en unos cuantos pájaros que vuelan en el cielo.
 




Se trata de una imagen muy bien equilibrada, casi perfectamente simétrica gracias a la línea del horizonte que separa el celeste mar del blanco cielo y por la niña que está en pleno medio, dirigiéndose al mar. Incluso las gaviotas y la ubicación del título  mantienen permiten un balance de toda la imagen. Por otra parte, la tipografía cursiva y ondulada utilizada para el título se acomoda perfectamente al concepto de la ola.
                        
Por lo tanto, vemos cómo la ilustradora combina todos los elementos para atrapar e impactar al lector el cual se siente identificado con la niña y desea ir al encuentro de ese sensual e imponente mar. Por supuesto, el formato apaisado del libro también logra este realce y esta lectura, pues al abrirse el libro se duplica la dimensión de la escena.

La historia continua en la primera guarda, cuya imagen de arena mojada nos adentra en la historia. Casi se puede sentir la sensación que tiene la niña al pisar la playa recién mojada. Y luego continúa en la portada en la que la niña ya de frente, va corriendo con mucho entusiasmo al encuentro del mar. Su madre la sigue por atrás, casi como un ángel protector, al igual que unas gaviotas que acompañarán a la niña en su conquista.

Entonces ocurre el encuentro y los sucesivos acercamientos y retrocesos, ataques y contra ataques. En cada escena muy alargada gracias al formato y a la ausencia de márgenes, vemos a la niña y a las gaviotas acercarse y alejarse, con el vaivén de las olas. La autora logra crear el ritmo de este vaivén y de la historia gracias no sólo a las acciones evidentes de la niña, sino también a través del permanente juego de la ubicación del mar en relación a la playa y a través del juego y contraste de los colores. De esta forma, en las primeras escenas, la playa y el cielo en tonos de grises y blancos sólo llegan hasta la mitad, luego avanzan haciendo eco a los acercamientos de la niña. Sin embargo cuando la ola contra ataca con toda su fuerza, también invade la escena con todo el potencial de su celeste. Todo se "celestea", desde el cielo, hasta el vestido de la niña y las fieles gaviotas.
 




Por otra parte, el tono de encanto, ingenuidad y humor de la historia está dado no sólo por las notorias expresiones de la niña: goce, alegría, encanto, susto, furia, encanto, sino también por la personificación del mar y su inter relacionamiento con la niña. Los colores pastel también realzan el tono de ternura y de juego de la historia.

La omnipresencia de la madre, la cual sólo es vista al comienzo y al final es vital para la historia, imprimiéndole un tono maternal. Ella ha visto todas las reacciones de su niña, incluso el peligro de la ola agitada, pero le permite vivir plenamente esa primera experiencia. Por otra parte la constante presencia de las gaviotas que copian todas las acciones de la niña le dan un toque de humor a la historia.

Evidentemente la historia termina en la contratapa del libro en la que el lector puede apreciar que la niña, fascinada, ha descubierto los tesoros del mar.

En fin, un maravilloso libro álbum una pequeña historia sin palabras que nos envuelve como una ola con cada uno de sus detalles visuales y paratextuales, permitiéndonos revivir todas las emociones de ese primer encuentro con el mar.

 

TE RECOMIENDO UN LIBRO

Mariana Ruiz
Escritora boliviana


La isla del tesoro. Robert Louis Stevenson

Un hombre desconocido, poco antes de morir, deja en poder de un joven algo muy valioso: el mapa de un tesoro pirata. Este joven, junto a un valiente capitán y un misterioso cocinero con pata de palo y un loro en el hombro, parten junto a una peligrosa tripulación hacia la aventura. Este clásico cuento de piratas, publicado por primera vez en 1883, fue el primer gran éxito de Robert Louis Stevenson, autor escocés, que luego publicaría grandes historias de aventura, horror y heroísmo, siendo una de las más conocidas Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Renombrado en todo el mundo, su nombre se encuentra en el puesto número 26 entre los autores más traducidos de todos los tiempos. Vivió los últimos años de su corta vida en Samoa, donde cambió su nombre a Tusitala, que en samoano quiere decir: "El que cuenta historias".

 

 

 


Dragones. Vanessa Giacoman.
Ilustraciones de Moisés Poma.
Editorial Kipus. 2006. (Cochabamba).



La autora se dedica a  escribir novelas y cuentos dentro de los géneros de la fantasía y el terror. En este libro en particular, describe en relatos cortos la génesis de los dragones, clasificándolos de acuerdo a los cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire. Su prosa es lo suficientemente descriptiva como para invitar a la curiosidad y a la imaginación. Este libro, con un lenguaje para lectores avanzados, nos invita a imaginar un mundo donde los dragones transformaron la tierra.


 


EL RINCÓN DEL CÓMIC

Mariana Ruiz
Escritora boliviana


Los rebeldes. Rosalba Guzmán. Jesús  Pérez.

Nacidos por primera vez al interior de la Revista Chaski, en 1987, este grupo de "rebeldes" se hizo llamar así porque cuestiona todos los días la realidad que le imponen los adultos. Fue el primer grupo de chicos bolivianos representados en viñetas, y sigue estando muy vigente a pesar del tiempo y la distancia. Los problemas cotidianos: la violencia en la televisión, los cuestionamientos de los roles de la familia o las peripecias en la escuela, son similares a los que experimentamos en estos tiempos de celular y redes sociales. Además el grupo tiene todas las personalidades, "la buena alumna", "la buenita", "el hermano mayor", "la cuestionadora y fuerte", "el machote". La agudeza literaria de la autora, Rosalba Guzmán, se combina con los expresivos dibujos de Jesús Pérez, un maestro de la historieta y la animación, dotando a la tira de emoción y de ternura. En 1990 salió el último número y en 1991 salieron recopiladas todas sus historietas en tres números.






EL DÍA A DÍA EN LA LITERATURA INFANTIL


1. Ganadores de los Premios Nacionales Infantil y Juvenil presentan las nuevas obras

El próximo miércoles 12 de marzo se realizará la premiación y presentación de los libros ganadores del II Premio Nacional de Literatura Infantil, Las andanzas de Dere, del autor Rudy Terceros; y el I Premio Nacional de Literatura Juvenil El día más triste de la soberana más bella  de César Herrera.
El acto se llevará a cabo a horas 19:30 en el Patio Cultural del Ministerio de Culturas y Turismo (Calle Ayacucho esquina Potosí).






2. Libros ganadores del Premio Anual Fundación Cuatrogatos 2014

La Fundación Cuatrogatos ha escogido los 20 libros en español para niños y jóvenes, de autores iberoamericanos, ganadores de su premio anual 2014.
Se trata de un conjunto de obras significativas, de destacados valores literarios y plásticos, que consideramos lecturas altamente recomendables en este año 2014. Los libros ganadores han sido publicados por 17 editoriales de siete países. Fueron escogidos por un equipo de lectores de formación multidisciplinaria -filología, periodismo, sociología, bibliotecología, teatro-, quienes comparten el interés por la creación y el análisis de la literatura infantil y juvenil.  
La Fundación Cuatrogatos, con el apoyo de la firma 3Mindware, ha elaborado un folleto digital que incluye las cubiertas, fichas bibliográficas, reseñas valorativas y posibles destinatarios de las 20 obras ganadoras. También se enumeran, por sugerencia del jurado,  los libros que resultaron finalistas. El folleto se puede descargar gratuitamente aquí.
Esperamos que este material sea de utilidad para padres, docentes, bibliotecarios, editores, investigadores, periodistas, creadores artísticos y todos aquellos adultos interesados en fomentar la lectura de obras de calidad entre los más jóvenes.
El resultado del Premio Cuatrogatos 2014 se hizo público el pasado 28 de enero, como homenaje al natalicio de José Martí (1853-1895), autor de La Edad de Oro, obra fundacional de la literatura artística para la niñez y la juventud en nuestro ámbito lingüístico.


La lista de libros se puede encontrar en:
http://www.cuatrogatos.org/docs/pdf/Premio_2014_LowRes.pdf

3. Nueva página web del escritor y especialista en LIJ Manuel Peña Muñoz

El escritor chileno y especialista en LIJ, Manuel Peña Muñoz, inicia su página web con información importante para los interesados en  literatura infantil chilena y latinoamericana. En esta página no solamente se encuentran su biografía y publicaciones, sino también sus investigaciones, traducciones y crónicas.
La página está disponible en:
http://www.elcaballerodelosalerces.cl




4. Ganador del Premio Norma de Literatura Infantil y Juvenil 2014

El escritor mexicano Juan Carlos Quezadas es el ganador del Premio Norma de Literatura Infantil y Juvenil 2014 por su obra titulada Shin. En esta nueva edición, el jurado estuvo integrado por Norma Huidobro (Argentina), Arturo Evangelista (México) y Jael Stella Gómez (Colombia). El premio está dotado con quince mil dólares (U$S 15.000). El jurado subrayó que Shin es "una novela en la que se resalta de manera poética un homenaje a la lectura, los libros y a la búsqueda incesante de todo lector".

5. Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad de Rosario inicia actividades académicas
El próximo 14 de marzo darán comienzo las actividades académicas 2014, dirigidas por la especialista en LIJ María Luisa Miretti, con el Seminario del Dr. Alejandro Raiter (Sociolingüística) y por la tarde nuestras habituales Jornadas literarias con la escritora Graciela Repún que presentará sus BIBLIOTELAS en la Biblioteca Argentina.

6. Ganadores del XXV Premio de Literatura Infantil Edelvives

Paloma Muiña, con su obra Un cóndor en Madrid, es la ganadora del XXV Premio de Literatura Infantil Ala Delta, convocado por el Grupo Edelvives y dotado con 12.100 €. El jurado afirmó que "la obra destaca por su capacidad para relatar un hecho cotidiano -el vínculo que se establece entre dos niños de culturas diferentes -con un estilo sencillo, nada adoctrinador, ajeno a tópicos".
En categoría juvenil, Elena Alonso Frayle, con su obra La edad de la anestesia, es la ganadora del XIV Premio Alandar, dotado igualmente con 12.100 €. La edad de la anestesia conjuga la investigación de un suceso con "profusas reflexiones sobre la culpa, el desarraigo personal, la falta de libertades individuales o lo efímero de la vida en un tiempo simbólicamente anestesiado, ya sea por la enfermedad o por un totalitarismo de Estado como el de Erich Honecker".

7. Ricardo Alcántara publica su libro No. 200

El escritor uruguayo, radicado en España hace muchísimo tiempo, acaba de publicar su libro número 200, esta vez junto a la ilustradora Rebeca Luciani. Mishiyu es un niño huérfano que vive con miedo pero a la vez con esperanza su adopción. La conmovedora historia del niño se entrelaza con la emoción contenida de la mujer que decide adoptarlo, hasta que finalmente ambos se reconocen como madre e hijo. Un álbum de Ricardo Alcántara con unas ilustraciones intensas y emotivas de Rebeca Luciani.




LA BIBLIOTECA CRECE

Estos son los libros que nos han enviado autores, librerías o editoriales. Enviamos la información correspondiente a cada uno, para que los lectores sepan que ya forman parte de la biblioteca de la Academia. Algunos tienen mayor información en nuestra página web (www.ablij.com).




¡Novedad! I Premio Nacional de Literatura Juvenil
El día más triste de la soberana más bella. César Herrera (Autor). Colección Alfaguara. Serie Roja. Editorial Santillana. La Paz, 2014. Carnaval: tiempo de alegría, de aventura y belleza, de juventud. En medio de esa algarabía, una hermosa muchacha encuentra el amor en la mirada diáfana de un joven forastero. Pero no todo es ensueño en esta conmovedora historia: la felicidad de aquel inesperado romance se verá amenazada por los oscuros sucesos de una mañana gris.


  ¡Novedad! II Premio Nacional de Literatura Infantil Las andanzas de Dere. Rudy Terceros (Autor). Juan Pedro Montefinale (Ilustrador). Colección Alfaguara infantil. Serie morada. Editorial Santillana. La Paz, 2014. Dere es un zapato al que separan de su par, de su hermano Tomás. Para encontrarlo, debe recorrer un camino lleno de aventuras, donde hará los amigos más originales y leales que uno pueda desear. Pero, ¿logrará al final encontrar a su hermano en medio de una ciudad tan grande y llena de peligros?

Pajarito bonito y otros poemas. Víctor Espinoza y Emilio Corrales (autores). Marcos Quiroga (Ilustrador) Colección Educación. Ministerio de Educación. La Paz, 2005. Poemas escritos originalmente en aymara por Víctor Espinoza (13 años) de la escuela seccional Mucuña del distrito de Pucarani colaborado por su profesor Emilio Corrales. Se trata de cuatro poemas sobre animales escritos en castellano y guaraní para los más pequeños.

Número: 58

Fecha: Febrero, 2014