Vuelan vuelan
Año 7, boletín 76
Octubre,2015
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Comité editorial: Isabel Mesa, Liliana De la Quintana, Víctor Montoya Vuelan vuelan es un boletín mensual dedicado a la literatura infantil y juvenil que tiene como objetivo llevar artículos, entrevistas, reseñas de libros, notas sobre ferias, congresos y presentaciones de libros a escritores, ilustradores, docentes, psicólogos, pedagogos y personas interesadas en el tema.
Vuelan vuelan pretende ser la plataforma que dé a conocer a los autores bolivianos y extranjeros con su literatura y forma de pensar. Quiere ser una revista mediadora, que comunique los acontecimientos más importantes relacionados con la literatura infantil y juvenil. Desea ser portavoz de artículos interesantes sobre el tema infantil que enriquezcan la formación teórica de nuestros lectores. Pero, sobre todo, quiere ser un enlace nacional de la literatura infantil boliviana. Vuelan vuelan también abre sus puertas a opiniones, comentarios y material que puedan hacernos llegar los lectores para que este boletín sea un punto de encuentro de la literatura infantil y juvenil capaz de unir a todo el país en favor de nuestros niños y jóvenes.
El rey ilusión
Ilustradora: Rosario Moyano (boliviana)
LEYENDO LITERATURA INFANTIL
Víctor Montoya
Escritor y pedagogo Vida en la pobreza
Hans Christian Andersen (Odense, 1805-Copenhague, 1875) nació en el seno de una familia humilde, cuyo ámbito estaba signado por la suciedad y la pobreza, la promiscuidad y la prostitución. Su abuelo paterno era loco y su abuelo materno mitómano patológico.
El niño Hans Christian sentía pavor cada vez que veía a su abuelo paterno deambulando por las calles de Odense. En su autobiografía, "El cuento de mi vida", apuntó que sólo una vez le dirigió la palabra, y que su abuelo, en estado de delirio, le contestó con palabras ininteligibles, como refiriéndose al vacío.
Su abuela materna ejerció la prostitución y tuvo tres hijas para tres maridos. Las tres experimentaron una infancia llena de sobresaltos y sobrevivieron a pan y agua. La mayor empezó vendiendo su cuerpo y acabó siendo propietaria de un burdel en Copenhague. La otra fue Anne Marie, la madre de Hans Christian.
Los primeros testimonios refieren que su madre fue abnegada e indulgente con sus hijos, cumplidora con los quehaceres domésticos y que su pequeña familia era una de las más prósperas del barrio; en tanto otros testimonios revelan que fue mujer de vida alegre, que tuvo una hija fuera del matrimonio, que doblaba en edad a su marido y era adicta al alcohol.
Su padre, Hans Andersen, era zapatero remendón y persona racional, quien creía más en la bondad humana que en los milagros de la divinidad. No fue esposo ideal pero sí un padre ejemplar. Durante el día, mientras estaquillaba suelas, estimulaba la fantasía de su pequeño hijo con relatos de la tradición oral, y en las noches de insomnio, sentado al borde de la cama, leía en voz alta los cuentos adaptados de "Las mil y una noches", antes de que Hans Christian se entregara a merced del sueño, con las maravillosas aventuras de Simbad, el marino.
Algunas veces jugaba solo en el cuarto y otras se marchaba al campo a contemplar la naturaleza, pues era un niño de carácter tímido y retraído. Pasaba más tiempo con sus títeres que con sus amigos, aunque ya entonces intuía que un día llegaría a ser famoso, si no era como cantor, al menos como actor o escritor. Nunca puso en duda su talento artístico. La prueba está en que siendo muy niño se construyó un pequeño teatro, donde hacía de actor y espectador, valiéndose del soliloquio y la imaginación.
Cuando murió su padre a la edad de 34 años, y era velado en la cocina en medio de un silencio sepulcral, recuerda que su madre, una mujer inculta y supersticiosa, le señaló la garganta de su padre y dijo: "Allí están las huellas de las uñas del demonio que vino a llevárselo". Esa escena diabólica lo acosó a lo largo de su vida, y, mientras más viejo se hacía, era mayor el temor que sentía a perder el juicio de la razón como su abuelo.
Hans Christian terminó la escuela de pobres con pésimos resultados en lectura, escritura y matemáticas. De modo que su madre, quien contrajo segundas nupcias con otro zapatero remendón, no se hizo más ilusiones que hacer de su hijo un buen sastre, pues si aprendió a coser ropas para sus títeres, cómo no podía confeccionar trajes para las personas mayores. Así, al asomar al umbral de la adolescencia, trabajó en una fábrica textil, alternando ese oficio con el canto, hasta que cierto día escuchó la voz del capataz, quien, refiriéndose a su actitud afeminada, le dijo: "Tú no eres un hombre, sino una virgen", una expresión que desató la risa de sus compañeros y la furia de Hans Christian, quien abandonó el trabajo sin mayores explicaciones.
En Odense asistió a algunas representaciones teatrales, las cuales lo motivaron a probar su vida como actor. Además, el timbre de su voz, su fantasía para improvisar los diálogos y sus movimientos espontáneos, eran recursos a su favor. Él mismo reconoció después que todo lo que oía en sus cantares, en la declamación de sus versos y en los monólogos, lo indujeron a pensar que había nacido para el teatro; allí se haría famoso con un poco de ingenio y otro poco de paciencia.
Cuando murió su madre de delírium tremes en un asilo de su ciudad natal, Hans Christian se vio obligado a sobrevivir solo. A los 14 años, sin otra propiedad que su prodigiosa fantasía, abandonó su casa en Odense y se mudó a Copenhague, esperanzado en trabajar en algún grupo de teatro. Pero ni bien llegó a la capital, nadie quiso saber de él ni de sus proyectos. Pasó hambre y frío en un gueto, compartiendo su suerte con los más necesitados, hasta que en 1822 conoció a Jonas Collin, quien, convencido del talento de su amigo, decidió ayudarlo en su cometido. Para empezar, le consiguió una beca en la escuela latina de Slagelse, considerando su deficiente destreza en la lectura y escritura.
El joven Hans Christian, golpeado por el mundo capitalino, en trance de bailarín, cantor y actor, se instruyó gracias al respaldo económico de su benefactor. Venció los exámenes de bachillerato a los 23 años y asumió en serio su vocación literaria. Escribió poemas, entretuvo a los niños narrándoles cuentos y, en sus horas libres, recortó siluetas de libros y revistas, para luego pegarlas en unos cuadernos, junto a versos y cuentos breves.
Escritor de los niños
Hans Christian Andersen modernizó el cuento popular a partir de su mundo existencial y la realidad cotidiana. Él, como todo gran escritor, concedió vida a todo lo que imaginaba, como un niño concede vida a sus juguetes.
En los albores de su vocación literaria, sus cuentos comenzaban de la manera clásica: "Érase una vez... había una vez... hace muchos años...". Pero después, cuando encontró su propio estilo, usó frases vinculadas con la naturaleza: "...¡Qué frío hacía! Nevaba y comenzaba a oscurecer... ¡Qué hermoso estaba el campo! Era verano...".
En la extensa producción de Andersen no se encuentran cuentos que hagan reír, sino cuentos que plantean la crueldad y la ternura de un modo sutil. Ahí tenemos "El patito feo", cuyo tema, que refleja el fuero interno de su autor, es una suerte de alegoría autobiográfica. Los cuentos de Andersen son tristes, a veces demasiado tristes, pero el hondo lirismo de su prosa, más su capacidad para recrear atmósferas de gran intensidad poética, tornan mansamente suave ese dolor que, así depurado, culmina casi siempre en un final feliz, como suelen terminar los cuentos infantiles.
Para Andersen fue difícil separar la leyenda de la historia y la realidad de la fantasía. Él recreó estéticamente los cuentos populares escuchados en su infancia, en las cámaras de tejer, las cosechas de campiña y los barrios del pobrerío. No se limitó a transcribir los cuentos de la tradición oral al estilo de Charles Perrault y los hermanos Grimm, sino que les dio un tratamiento literario para atrapar la atención de los lectores.
Es digno destacar que, durante mucho tiempo, Andersen estuvo influenciado no sólo por Perrault y los Grimm, sino también por los hermanos Orsted, cuyos trabajos en el campo de las ciencias naturales le sirvieron para asimilar los conceptos: "Det gode, det skönne og det sade" (Lo bueno, lo bello y lo feo).
El mito, la leyenda y la historia, son materias primas que Andersen transformó en verdaderas joyas literarias. La estructura de sus cuentos es simple y su eje temático gira en torno a las clásicas contradicciones humanas. "Nadie como él supo penetrar en ese calidoscopio misterioso que es el mundo de los seres y las cosas. Aborda una temática múltiple de la condición humana: el amor, el dolor, la necesidad, el orgullo, el egoísmo, la crueldad, el dualismo; en fin, llega a plantear hasta la problemática del bien y del mal con todos sus recovecos" (Elizagaray, M-A., 1975, p. 90).
El joven Andersen recogió sus mejores cuentos en el folleto "Eventyr i fartalte för barns" (Cuentos para los niños). Y, a partir de entonces, no dejó de publicar otros que serían traducidos a diversos idiomas e ilustrados por artistas de reconocida trayectoria, como es el caso de Wilhem Petersen y Lorens Frolich.
Entre 1835 y 1872 escribió 156 cuentos, casi todos destinados a los niños. Al mismo tiempo, aparte de esta abundante colección de cuentos, que son verdaderas obras maestras en su género, publicó los libros: "Melodías del corazón", "El improvisor", "El cuento de mi vida", "Líricas", "Fantasías y bosquejos" y "Álbum sin rostros". Todos ellos con un estilo claro y sencillo, al alcance tanto de los niños como de los adultos.
Andersen escribió en sociolectos correspondientes al código lingüístico restringido del proletariado y al código elaborado de la aristocracia. Según sus biógrafos, en el instante de escribir sus vivencias y contradicciones internas, pensaba en el sociolecto que aprendió de su madre y escribía en el sociolecto que se prestó de la aristocracia, un estilo que influyó a varios escritores escandinavos, a August Strindberg y Selma Logerlöf, entre otros.
Se dice con justa razón que Dinamarca produjo al fénix de los escritores para niños, pues cada vez que Andersen escribía cuentos, tenía presente al niño en su mente. Esto trasluce una carta que le envió a Ingemann, en 1835, en la cual confesó que escribía sus cuentos como si se los contara directamente a los niños, aunque no gustaba tenerlos a su alrededor, probablemente, porque él mismo fue un niño maltratado y desolado, que recurrió a la fantasía para defenderse de su entorno.
Hans Christian Andersen, en principio, escribió más para satisfacer a Jonas Collin que a sus lectores, quizás por eso escribió tantos cuentos dedicados a la familia Collin, los mismos que no vacilaron en despreciarlo por su fealdad física; desprecio que Andersen volcó con maestría en su cuento "El patito feo", en el cual describe su propio destino, ese destino cenicientesco de quien nace entre las clases más bajas y vuela como un cisne hasta los salones de la aristocracia.
Nadie pensó, hasta 1830, que este hombre de nariz prominente y curva, piernas largas, brazos delgados y pasitrote ridículo, llegaría a ser un día el escritor más famoso de la literatura infantil y el príncipe de los escritores para niños. Elías Bredsdorff, uno de sus mayores biógrafos, dice: "En términos modernos, Andersen era un hombre nacido en el seno de un semiproletariado carente de toda conciencia de clase, pero en su vida privada se elevó a la altura de la más refinada aristocracia" (Zipes, J., 1984, p. 88).
Jamás dejó de sentir vergüenza de su origen de clase. En junio de 1850, apuntó en su diario: un vagabundo miserable estaba en el puerto. Sentí temor de que me reconociera, temor de que me insultara y dijera que era un paria ascendido a una casta superior (Enquist, P-O., 1984, p. 12). Mas el vagabundo no le dirigió la palabra ni la mirada, pues aparentemente sabía que ese hombre de sombrero alto, abrigo negro, bastón en mano, tuvo siempre delirios de grandeza y la ciega ambición de vivir en la opulencia.
Su fama, más que darle satisfacciones, le provocaba espasmos. Estaba consciente de que ni el rey ni el Papa se escapaban de sus escritos. Señores y vasallos leían sus cuentos en las calles y las recámaras, mientras en él cundía la soledad y la angustia; una actitud que, contrariamente a lo que muchos se imaginan, no le impedía sentir ganas de compartir su vida con una mujer, así sea por contados minutos.
En Francia compró el lecho de una prostituta turca, pero su intención no llegó más allá de la conversación. No le movió ni un pelo durante la noche, pero se enteró por boca de ella cómo se iluminaba Constantinopla en el cumpleaños de Mohamed. Y, tras oír esa historia, similar a los relatados por Scheherazade en "Las mil y una noches", sintió una huracanada de ternura y lástima en el corazón. La situación de la prostituta le traía reminiscencias del pasado, recordándole a su tía y su abuela, y le provocaba una pena tan grande al saber que la prostituta, en cualquier instante y lugar, se entregaría al primer postor.
Andersen estuvo varias veces enamorado, y las sensaciones de esos amores platónicos formaron parte de sus cuentos. La última mujer a quien ofreció su amor fue la cantante Jenny Lina, musa que lo inspiró a escribir "El ruiseñor". Cuando la cantante se enteró de las pretensiones del poeta, quien vivía aquejado de su fealdad, le envió un espejo de regalo. El poeta enamorado se miró la cara por todos los costados y comprendió el significado del mensaje.
En el ocaso de su vida, su mayor temor era que lo enterraran vivo, ya sea por enemistad o por descuido, por eso dejó recomendado que, el día en que cerrara definitivamente los ojos, le cortaran una vena para comprobar que estaba muerto y que no había peligro de enterrarlo vivo.
¿Era hijo de nobles?
El historiador Jens Jørgensen, rector de la escuela Slagelse de Copenhague, institución en la cual cursó estudios el célebre cuentista danés, publicó la biografía "Hans Christian Andersen: una verdadera leyenda", que provocó una serie de controversias en el ámbito literario de su país. Según los datos que aporta Jørgensen, los padres de Andersen no eran un zapatero y una fregona, como se ha afirmado tradicionalmente, sino el príncipe Christian Fredrik y la baronesa finlandesa Elise Ahlefeldt-Laurvig.
Sin embargo, a pesar de los argumentos esgrimidos por el autor de la biografía, esta tesis ha sido silenciada por la crítica especializada, lo que no impide que Jørgensen tenga algunas pruebas a su favor y se haga varias preguntas: ¿Por qué Andersen fue bautizado por un cura y no por el vicario como los demás niños pobres de Odense? ¿Por qué era el único niño de su clase que tenía privilegios en la escuela? ¿Por qué el hijo de un zapatero pobre podía ir al castillo de Odense y jugar con el príncipe Frits, quien posteriormente se constituyó en el rey Fredrik VII? ¿Por qué fue becado a la escuela latina de Slagelse? ¿Por qué fue nombrado oficial siendo aún estudiante en Kongens Livkorps, un título militar que sólo se concedía a los hijos de la nobleza?
Si bien es cierto que estas preguntas pueden tener innumerables respuestas, también es cierto que los datos proporcionados en el libro avalan el análisis del historiador Jørgensen, quien, tras escarbar en documentos no oficiales, llegó a la conclusión de que los verdaderos padres de Andersen fueron el príncipe Christian Fredrik, de 18 años de edad, y la baronesa finlandesa Elise Ahlefeldt-Laurvig, de 16 años de edad, quienes, luego de mantener una relación prematura y secreta, tuvieron un hijo que nació el 1 de abril de 1805, el mismo que, debido a las concepciones morales de la época, fue entregado en calidad de hijo adoptivo a una pareja de zapateros en Odense.
Aunque se cree que Andersen era hijo de cuna real, su obra fue inspirada por la realidad que rodeó su vida. Como creció en medio de la pobreza, la desolación y las necesidades materiales, era sensible incluso a los dibujos o grabados que representaban niños pobres, motivos que, además de tocarle las fibras íntimas, constituyeron el argumento de varios de sus cuentos. Nunca pudo desprenderse de su pasado y de los temas afines a la pobreza, incluso viviendo en medio de la abundancia y siendo ya un escritor reconocido, no era ajeno al sufrimiento de la gente. Por eso su cuento "La niña de las cerillas", basado en la pobreza y la desolación de un grabado, que le envió el redactor de un almanaque pidiéndole que se inspirara en él, fue escrito en un ambiente de lujo principesco en Copenhague.
Ya se sabe que Andersen intentó ser bailarín, cantor, actor, dramaturgo y poeta. Pero fracasó porque su destino le señaló otro camino. Él no podía llegar a ser otra cosa que cuentista, un oficio en el cual se elevó como un cisne de vuelo alto, desde cuando publicó su primer volumen de cuentos para niños, en 1835. Desde entonces, gracias a su talento y su dedicación, ha cautivado con sus cuentos a millones de niños alrededor del mundo.
-Andersen, Hans Christian: Den fula Ankungen (Introducción de Per Olof Enquist), Ed. Boxa, Lund, 1984.
-Elizagaray, Marina Alga: En torno a la literatura infantil, Ed. Unión de Escritores y Artistas de Cuba, La Habana, 1975.
-Zipes, Jack: Saga och samhälle, Ed. Mannerheim & Mannerheim, Bromma, 1984.
La literatura infantil de Irina Korschunow
Isabel Mesa
Conocí la obra de Irina Korschunow en la biblioteca del Colegio Alemán de La Paz cuando leí El zorrito abandonado, libro que me atrapó y que fue el anzuelo para que yo me interesara en la obra de esta autora alemana.
Es sabido que Alemania ha logrado un convenio entre escritores, ilustradores y editores, quienes se han puesto de acuerdo sobre lo que debe involucrar un verdadero libro infantil: una literatura que respete a los niños y a su cultura. Los libros deben mostrar la imaginación, los sentimientos y la sensibilidad de los niños de manera que los pequeños lectores se identifiquen con las historias.
Alemania tiene muchísimos autores dedicados a la literatura infantil y juvenil, escritores reconocidos a nivel mundial como Peter Härtling, Erick Kästner, Michael Ende, Janosch y Ursula Wölfel, cuyas obras están consideradas dentro de las mejores en el campo de la literatura infantil mundial. Irina Korschunow no es la excepción.
De madre alemana y padre ruso, Irina Korschunow nació el 31 de diciembre de 1925 en Stendal y murió también un 31 de diciembre en la ciudad de Munich el año 2013. Se convirtió en una escritora muy importante, no solamente en Alemania sino en muchos otros países europeos debido a la calidad de su producción literaria tanto para adultos como para niños.
La niñez y juventud de Irina fueron muy duras, pues su familia tuvo que abandonar Rusia y huir hacia Alemania después de la revolución de 1917. Lamentablemente, el padre de Irina no pudo adecuarse a la forma de vida de los alemanes, la cual nunca llegó a comprender como inmigrante que era. Este rechazo influyó fuertemente en la niñez y juventud de Irina, pero sobre todo, en su literatura. Como Korschunow no tuvo ningún contacto con la familia de su padre, pues ésta se había dispersado en Rusia, y como tampoco hablaba ruso, desde muy pequeña se consideró alemana. Sin embargo, mucha gente en Alemania le decía frases como "Miren, allí viene nuestra pequeña rusa"; entonces Irina, se sintió rechazada y hasta una extranjera en su propio país. Por eso, su literatura toca temas tan duros como la discriminación, la crisis de identidad y la soledad. Al respecto, en una entrevista con Isabella Schmid, Irina dijo:
"Mi niñez estuvo impregnada del nacionalsocialismo y mi padre era un inmigrante ruso en Alemania. Todo eso seguramente quedó grabado en mi mente y por eso las historias de mis libros reflejan permanentemente la marginación y la búsqueda del sitio al que pertenezco realmente"[1].
Después de terminar el colegio Irina se dedicó a diversas actividades: trabajó como traductora y secretaria del regimen militar inglés, también en bancos y en fábricas. Terminada la segunda guerra mundial estudió germanística, anglística y sociología en las universidades de Göttingen y Munich.
Su dedicación a la literatura infantil se dio por pura casualidad. A uno de sus amigos le pidieron una ilustración para un libro infantil y él se la mostró a Irina cuando la terminó. Al verla, Irina decidió que lo que quería hacer era escribir para niños.
Su primer libro para niños lo escribió el año 1958 con el título de El perro multicolor, la oveja negra y la liebre cobarde (Der bunte Hund, das schwarze Schaf und der Angsthase). Luego llegaron los famosos Wawuschels (1967, 1969 y 1972) que tuvieron tres libros que rápidamente se convirtieron en shows de radio y televisión, y que la llevaron a la fama. Los Wawuschels fueron un éxito por todos los atributos que la autora puso en estos personajes. Se trata de una familia muy especial de seres muy pequeños que viven dentro de una montaña. Una de sus características físicas es que tienen el pelo color verde fosforescente que brilla en la oscuridad, por lo que los Wawuschels no necesitan lámparas durante la noche; además, se alimentan únicamente de mermelada. Los tres libros cuentan distintas aventuras que le ocurren a esta familia.
En 1978 publica El dragón de Jano (Hanno malt sich einen... Drachen), una obra que muestra la discriminación que se puede dar entre los niños en edad escolar. Jano no quiere ir al colegio porque es muy gordo y sus compañeros lo molestan permanentemente diciéndole que debido a su gordura él no es capaz de hacer muchas cosas. Jano realmente llega a sentirse un inútil y se siente muy mal consigo mismo. Un día, de camino a su casa, se sienta en un banco y con un palo hace un dibujo sobre la arena; es el dibujo de un dragón que al instante cobra vida. El dragón le cuenta a Jano que él tiene también problemas de discriminación en la comunidad de dragones, entonces decide quedarse a vivir con Jano.
En 1982 Irina Korschunow escribió su libro más famoso: El zorrito abandonado (Der Findefuchs), que fue traducido a muchísimos idiomas. Es un libro con una historia muy triste en la que destaca la soledad, pero a la vez sumamente tierna. La historia comienza con un zorrito que está en el bosque solo, hambriento, muerto de frío y desorientado porque un cazador ha matado a su madre. Casualmente, una zorra pasa muy cerca y escucha los gemidos del pequeño. La madre se compadece, se acerca, lo calienta y le ofrece su leche. Pese a que ella tiene sus propios hijos decide llevárselo a su madriguera, pero no será trabajo fácil, pues el bosque está lleno de animales deseosos de comerse al pequeño. En Suecia, por ejemplo, este libro es utilizado con aquellas parejas que desean adoptar un bebé. Para las ilustraciones de este libro, Irina trabajó con Reinhard Michl, un renombrado ilustrador alemán quien también le hizo dibujos para otros libros más.
En 1983, la autora alemana escribe la historia Yaga y el hombrecillo de la flauta (Jaga und der kleine Mann mit der Flöte). Esta es la historia de Yaga, una hechicera que vive en una pequeña ciudad y que le gusta manejar a la gente a su antojo. Así que cada vez que ella toca su trompeta, todos los ciudadanos del lugar sienten cómo su mente empieza a llenarse de malas actitudes y pensamientos. Un día, llega un pequeño hombrecito que se instala en la ciudad. El tocaba una flauta cuyo efecto era el contrario al de la trompeta de Yaga, pues la flauta convertía a toda la gente en ciudadanos felices. Yaga no soporta la situación y decide ir a conocer a este personaje q
ue está estropeando toda la diversión de su vida.
Peluso (Kleiner Pelz) vive en el bosque y es muy feliz porque comparte sus juegos con su mejor amigo Bruno. Sin embargo, la familia de Bruno se cambia de bosque y Peluso se queda solo y muy triste, sin saber con quién jugar. Un día se encuentra con un hada que está llorando porque ha perdido una de sus alas y ya no puede volar. Ella está segura de que el ogro que vive dentro del agua se la ha llevado. El hada le pide a Peluso que vaya donde el ogro y se la pida para poder volar otra vez.
La literatura de Irina Korschunow es una literatura tradicional que tuvo su auge entre los años 60 y 90. Es una mezcla de realismo y fantasía cuyos personajes principales son animales o dragones que pueden hablar, así como ogros, hadas y enanos que interactúan con los niños. A veces la autora crea personajes como la familia Wawuschel o Peluso que son propios y únicos de la literatura infantil de Irina. Su escenario favorito es el bosque y sus alrededores, muy rara vez las ciudades. A pesar de que sus historias son tristes y duras, reflejo de la discriminación, la falta de identidad y la soledad, sus libros están llenos de ternura.
No en vano su literatura fue traducida a más de 15 idiomas entre ellos el español, portugués, inglés y francés. Por toda su trayectoria literaria, obtuvo en 1987 uno de los premios más prestigiosos en Alemania: die Roswitha-Gedenkmedaille. Se trata de un premio literario que sólo reciben las escritoras más destacadas de toda Europa.
Muy poco conocida en Latinoamérica, Irina Korschunow es una autora que tiene una maravillosa trayectoria literaria con cuentos infantiles imperdibles. Editoriales como SM y Norma se han encargado de que forme parte de sus colecciones de literatura infantil y de esa manera darla a conocer a los lectores latinos.
BIBLIOGRAFÍA
Lijalemanablog. Literatura Infantil y Juvenil Alemana
https://lijalemanablog.wordpress.com/ August, 13, 2013
Das Online-Angebot des Bayerischen Rundfunks Sendung vom 05.03.2001. Irina Korschunow Schriftstellerin im Gespräch mit Isabella Schmid.
https://www.yumpu.com/de/document/view/5053859/irina-korschunow-schriftstellerin-im-gesprach-mit-isabella-schmid-1
Libros de Irina Kornuschow:
1. Wawuschel (1969)
2. Hanno malt sich einen... Drachen (1978)
3. Der Findefuchs (1982)
4. Jaga un der kleine Mann mit der Flöte (1983)
5. Kleiner Peltz (1984)
[1] Entrevista realizada por la periodista Isabella Schmid el 5 de marzo de 2001 en Forum, das Online-Angebot des Bayerischen Rundfunks.
UN LIBRO QUE NO TE PUEDES PERDER
Julieta Rabieta
de Carolina Maldonado
Isabel Mesa Carolina Maldonado es un nombre que comienza a sonar dentro del campo de la literatura infantil boliviana. Egresada de la carrera de Literatura de la UMSA de La Paz, actualmente dicta talleres de escritura y lectura creativa para niños con el grupo TICA (Taller Integral de Ciencias y Artes) en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. El 2012 se inició como autora con el cuento Odisea hacia una ciudad perdida, que se encuentra publicado en el libro Cuéntame. Cuentos infantiles de mitos y leyendas bolivianas publicado por Fundación Simón I. Patiño de Santa Cruz. Este cuento salió elegido entre los siete mejores. Sin embargo, su gran debut se dio el año 2013 con Las aventuras de Pedro y Chana. Una mágica experiencia en la selva, ganador del Primer Premio en el "XIII Concurso Nacional de Literatura Santa Cruz de la Sierra", en la modalidad cuento para niños.
Este año 2015, Carolina Maldonado nos regala otro acierto literario que titula Julieta Rabieta. Es un libro para los más pequeños que toca un tema muy común de la infancia: las pataletas de los niños cuando se encaprichan con algo. La historia comienza contando quién es Julieta:
"Para los que no la conocían, era una niña como cualquier otra. No obstante, quienes habían tratado con ella sabían que era una niña muy distinta. Fíjense que, cuando Julieta salía con su mamá, un repentino remolino se llevaba a todos por delante: las calles, tiendas y parques quedaban desiertos al instante. Y es que Julieta tenía un humor de temer; las pataletas, los berrinches y las rabietas que armaba, a todo el mundo espantaba".
Tal cual niña mimada y muy sobreprotegida, de las que el mundo está cada vez más saturado, Julieta reniega de todo y de nada, y por eso todos la denominan "Julieta Rabieta". Dándole un toque de mayor fantasía a la historia, la autora determina que con cada rabieta de Julieta, alguien o algo sale lastimado. Y conociendo muy bien la psicología de este tipo de niños, Carolina Maldonado afirma que Julieta goza cuando alguien la pasa mal con sus pataletas y se siente muy bien de haber logrado lo que quiere sin importarle lo que ocurra con los demás. Sin embargo, un día que se ocupa de los tulipanes de la abuela, que ha muerto recién, le da una pataleta tal que hace que las plantas mueran. "El abuelo bajó la mirada y entró a la casa sumido en llanto" y esto sí que afecto a Julieta en el fondo de su corazón. Este sentimiento de culpa la hace sentirse la niña más pequeña e insignificante del mundo. La arrogancia y orgullo de Julieta se pierden en la soledad de su habitación, donde se encierra para pensar cómo podrá remediar lo ocurrido.
Julieta Rabieta es un libro muy bien escrito en el que la autora logra descifrar la psicología infantil que tiene sus muestras más efervescentes en los momentos críticos de la primera etapa de la infancia; justamente cuando ocurren los berrinches a causa de algún capricho y luego, cuando las aguas se calman, afloran los sentimientos de culpa.
Además de escritora, Carolina Maldonado también ilustra algunos de sus cuentos, y éste es el caso de Julieta Rabieta, que es un libro completamente ilustrado. Además de las imágenes en página entera, este cuento tiene detalles de dibujo en cada rincón. La edición, a cargo de Grupo Editorial Kipus, es realmente maravillosa. La tapa dura y acolchada, y las páginas a todo color, hacen de éste un libro de lujo muy bien pensado para los más pequeños. Julieta Rabieta es una historia que los niños van a disfrutar, con la que van a reír y, de pronto, hasta se sientan verdaderos protagonistas y los lleve a reflexionar sobre algunas de sus maneras de actuar.
Titulo: Julieta Rabieta Autora e ilustradora: Carolina Maldonado
Primera edición: La Paz, Bolivia, 2015
Depósito Legal: 2-1-831-15
ISBN: 978-99974-42-78-9
TE RECOMIENDO UN LIBRO Mariana Ruiz
Escritora boliviana
El pequeño Nicolás
René Goscinny
Jean-Jaques Sempé (Ilustrador)
El pequeño Nicolás narra sus aventuras desde el más puro estilo sincerote: cuenta todo lo que le ha pasado sin transición; incluidos los gritos, los bofetones, las veces en las que se echó a llorar (con y sin razón) y también las travesuras con las que él y sus amigos se metieron en problemas. Su punto de vista ingenuo e inocente a menudo acaba exponiendo los absurdos y contradicciones del mundo adulto, especialmente el de las familias francesas de los años 50. Goscinny es el famoso autor de historietas como Ásterix y Obelix, Lucky Lucke y otras, de gran renombre mundial. Las aventuras del pequeño Nicolás y sus secuelas, con ilustraciones muy características de Sempé, han vendido millones de ejemplares alrededor del mundo, desde su primera publicación en 1956.
Antología Literaria para niños. Para el aprendizaje del castellano como segunda lengua.
Manuel Vargas (Compilación y edición)
Reforma Educativa Boliviana. Ministerio de Educación Cultura y Deportes. La Paz, 1998.
"El escritor o la escritora siente un bichito en su alma o en su corazón, quiere expresar algo bello por medio de palabras. Y escribe, o dibuja, o canta, o cuenta. Reúne las palabras más justas, más claras y adecuadas para expresar esos sentimientos y le sale un poema, un cuento, tal vez una adivinanza o un refrán". Estas hermosas palabras forman parte de la introducción de esta antología maravillosa, que reúne decires populares, refranes, adivinanzas, cuentos y poesías de autores nacidos en Bolivia y también extranjeros. Separado en juegos de palabras, poesía, cuento y obritas de teatro, (bellamente ilustrado por Marcos Quiroga, Helen Lizárraga, Rafael Maldonado, Antonieta Medeiros y Jaqueline Ticona), se trata de un libro imprescindible en las bibliotecas bolivianas, ya que su función es la de hacer gozar y reír con las palabras, disfrutar leyendo en voz alta y compartir con lectores de todas las edades.
EL RINCÓN DEL CÓMIC
Mariana Ruiz
Escritora boliviana
El duende y su camarilla. Gaspar
El Duende, la Viudita, el Mojón con Cara, el Carretón de la Otra Vida... son algunos de los personajes que han ido apareciendo en esta tira política del diario El Deber desde 1982. Una de las pocas historietas que han seguido el devenir político de nuestro país, fueron acogidas en un primer tomo recopilatorio editado en Santa Cruz en 1985. Pese a estar dirigidas a un público adulto, hay muchas situaciones de humor que pueden apelar a chicos y grandes, especialmente cuando se trata de viñetas sueltas que reflejan las características mitológicas de sus personajes desde un punto de vista gracioso. Con el paso de los años, se le han añadido personajes más modernos a la camarilla, como el "Semáforo inteligente" y los "loritos del cuarto anillo" (ahora del décimo anillo), sus tomos recopilatorios invitan a la lectura, la risa y la reflexión.
EL DÍA A DÍA EN LA LITERATURA INFANTIL
1. Homenaje a Gaby Vallejo en la IX Feria del Libro de Cochabamba
Gaby Vallejo, impulsora de la literatura infantil, autora de novelas, cuentos e innumerables ensayos, y quien además llegó a las aulas para impartir su conocimiento de literatura, fue homenajeada por la Cámara Departamental del libro de Cochabamba en la IX Feria Internacional del Libro de ese departamento.
La escritora y actriz Melita del Carpio y Gastón Cornejo hicieron una reseña de la destacada labor y aporte de la escritora cochabambina de 75 años y fundadora de la biblioteca Thuruchapitas.
"Siempre he pensado que en ella persiste una especie de ángel tierno y un demonio contestatario, que dice lo que piensa", dijo Del Carpio al recordar las obras de la autora, entre ellas Hijo de opa, una de las más destacadas novelas que fue llevada al cine.
Gaby Vallejo nació en Cochabamba el 24 de septiembre de 1941. Es profesora de Literatura y Lenguaje egresada de la Normal Católica de Cochabamba y Licenciada en Ciencias de la Educación de la Universidad de San Simón de Cochabamba. Diplomada en Literaturas Hispanoamericanas por el Instituto Caro y Cuervo de Bogotá y pasante en Literatura Infantil en la Internationale Judengbibliotek de Munich. Fue docente en la Universidad Mayor de San Simón durante 18 años y encargada de las Bibliotecas Populares y del Centro de Documentación de Literatura Infantil del Centro Portales de Cochabamba durante 16 años. Fundó el Taller de Experiencias Pedagógicas, la Biblioteca Infantil Thuruchapitas y el Comité de Literatura Infantil-Juvenil de Cochabamba.
La obra infantil más destacada de Gaby Vallejo es: Juvenal Nina (1981), Detrás de los Sueños (1986), Mi primo es mi papá (1989), Llenar de libros las casas de los niños (1991), Con los ojos cerrados (1993), La llave misteriosa (2001), Castigado (2005), Barullos de amor (2007), Tatuaje Mayor (2009), Las cuatro esquinas del mundo (2013), Tomasa Quispe en los ojos de Felipe (2013).
La Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil felicita
a la autora Gaby Vallejo por el homenaje recibido en la
IX Feria del Libro de Cochabamba.
2. Norma Mayorga presentó su libro "Un dragón en Sipe Sipe"
En el marco de la IX Feria del libro de Cochabamba la autora Norma Mayorga presentó su libro Un dragón en Sipe Sipe. Este cuento ha sido publicado por Grupo Editorial Kipus y las ilustraciones fueron realizadas por Ramiro Ortega.
3. Salió la Revista No. 27 de Benjamín
La Revista No. 26 de Benjamín nos trae el mes de octubre el cuento "Koko y sus canastas" de autor anónimo, un simpático reportaje sobre los niños que cursan la primaria en la localidad de Esperanza, Antártida-Argentina, y cartas de niños del Centro Cultural Ronald Roa de Santa Cruz de la Sierra para sus amigos de la Patagonia Argentina.
Suscripciones a:
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4. Elena Dreser seleccionada como finalista del Premio ALAS-BID
La autora de literatura infantil Elena Dreser ha sido seleccionada como finalista del Premio ALAS-BID en la categoría "Mejor Publicación". Laceremonia de entrega de premios ALAS-BID se realizará en Washington DC, el día 10 de noviembre de 2015. El Premio es una distinción entregada en conjunto por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Fundación ALAS, destacando el trabajo en el desarrollo infantil temprano en América Latina y el Caribe.
El objetivo de este conjunto es promover la innovación y la creatividad en la provisión de servicios educativos de calidad en la primera infancia para los niños y niñas de la región. El evento reunirá a personalidades de alto nivel, entre los cuales se destacan formuladores de política, empresarios, promotores de la educación, innovadores e investigadores de desarrollo cognitivo y social en la primera infancia.
Como parte especial del programa, se llevará a cabo la Tercera Edición de los Premios ALAS-BID, los cuales reconocen a aquellas personas e instituciones que están comprometidas con los más pequeños de América Latina y Caribe. Se seleccionarán ganadores en cuatro categorías: Mejor Educador, Mejor Centro, Mejor Cuento Infantil, y Mejor Innovación.
5. Concurso Literario Carmen Rubio 2015, solo para mujeres
La Casa de Cultura Manuel Navarro Luna convoca al Concurso Literario Carmen Rubio 2015. Podrán participar en el certamen todas las mujeres creadoras que cultiven la literatura infantil (poesía, cuento) con textos totalmente inéditos. Las concursantes deberán presentar los trabajos en original y dos copias, bajo seudónimo, y en sobre aparte, consignarán el título de la obra y el seudónimo empleado, los datos personales del autor y sus posibles formas de localización. Cada participante tendrá la posibilidad de presentar dos textos (poesía y cuento) de tema libre cuya extensión no exceda las dos cuartillas. Se entregarán dos premios (poesía, cuento) consistente en obra de arte de reconocido artista de la localidad, libros, afiches, diploma, y la publicación de la obra ganadora en la Revista Papalote
cortesía del Centro Provincial del Libro de la Ciudad de Bayamo. En esta ocasión se entregarán los premios de la popularidad. El jurado estará integrado por reconocidos cultores de la literatura infantil. Seleccionarán diez textos finalistas. El plazo de admisión vence el 10 de noviembre a las 5.00 P.M
Los trabajos serán enviados por correo postal a:
II Edición del Concurso Carmen Rubio
Casa de Cultura Municipal Manuel Navarro Luna
Calle 11 # 1421 e / 14 y 16
Jovellanos
Matanzas CP: 42 600
Los resultados se harán públicos durante el II Encuentro Carmen Rubio, evento que tendrá lugar del 20 al 22 de noviembre de 2015.
6. XXVI Certamen de Poesía Juvenil Miguel Hernández (España) La Asociación Cultural Club Excélsior convoca la XXIV Edición del Certamen de Poesía Juvenil Miguel Hernández. Podrán participar en el mismo cuantos poetas deseen y no tengan más de 26 años hasta la fecha del fallo del jurado. Los trabajos estarán escritos en castellano. El tema y las obras presentadas será libre. Las obras serán originales e inéditas, con una -extensión mínima de 30 versos y máxima de 100, pudiendo presentarse un máximo de tres obras por autor. Los originales deberán remitirse por triplicado, mecanografiados a doble espacio por una sola cara y enviados antes del 25 de noviembre de 2015 a la siguiente dirección:
XXIV CERTAMEN DE POESÍA JUVENIL MIGUEL HERNÁNDEZ
Plaza José Antonio,3
03159 Daya Nueva (Alicante)
Los trabajos serán enviados sin firma y se identificarán con lema o seudónimo e irán acompañados de un sobre cerrado en cuyo exterior figurará el mismo lema, y en su interior se detallarán las señas, domicilio y un breve currículum del autor. Se establecerán un Primer Premio con una Placa y 500 €. Se designará al efecto un jurado calificador y su fallo será inapelable, siendo hecho público el 30 de noviembre de 2015 y comunicado telefónicamente a los galardonados. Los autores galardonados se comprometen a asistir personalmente al acto de entrega de premios. Los trabajos galardonados podrán ser publicados por la Asociación Club Excélsior, tanto el primer año como en recopilaciones posteriores del Certamen, sin que por ello devengan los autores derecho alguno.
7. I Concurso Literario KIFBOOK 2015
Concurso anual para valientes escritores independientes que sueñan con hacer realidad su sueño.
Podrán participar de manera gratuita autores de cualquier nacionalidad y lugar de residencia, a partir de los 18 años de edad. Las obras deben estar escritas en idioma español (excepto en la categoría "LEIXAPRÉN" que serán escritas en gallego). En la categoría especial, que esté año está dedicada a libros de cocina, los idiomas permitidos serán el español o el gallego. Cada participante podrá participar en todas las categorías pero sólo con una obra diferente en cada uno.
Las obras deberán enviarse a la siguiente dirección de correo electrónico: kifbook@manjoleteira.com, en formato .pdf o .doc y/o .docx indicando el título de la obra, el nombre y apellidos del autor y la categoría en la que se participa con la indicación en el asunto del mensaje:
"I CONCURSO LITERARIO KIFBOOK 2015".
Los datos y el contenido de tu obra se ma
Número: 76
Fecha: Octubre, 2015