Publicado en "El Diario", 2/3/2009
Tuve tiempo de leerlo íntegro, lo que me ha hecho pensar que cuando un libro es bueno, agarra al lector. El título se debe a que su autora, Isabel Mesa de Inchauste, empieza su narración por el final del cuento.
La obra está bien escrita, el castellano es claro y sencillo, con la admirable creatividad de Isabel. Deshojando sus páginas resaltan las ilustraciones, que son excelentes, hechas por su hermana Guiomar Mesa. Ellas hacen pensar al niño y entender lo que el artista quiere decir.
Comienza la narración cuando despierta Maya, la hermana de Lucas, y encuentra sobre su mesa de noche dos recortes de revistas de un príncipe y una princesa. Después de una gran pelea el príncipe cae dentro de un vaso de gaseosa que estaba sobre el escritorio de Maya y la Princesa queda atrapada en el basurero, ubicado en una esquina del dormitorio.
Este primer capítulo de figuras mágicas impresiona al niño. En el segundo capítulo, titulado ¿De dónde vienen?, a raíz de su origen empiezan los mellizos a divagar sobre la procedencia de esos dos personajes que aparecen en recortes de revistas. Al principio creían que eran extraterrestres, pero dudaban porque los habían visto moverse y hablar. Los niños piensan que en esa caja de zapatos hay dos príncipes reales. Imaginan que tal vez es un cuento de hadas, tan común en tiempos pretéritos.
Nos damos cuenta que esta narración hace pensar al niño, por lo que es un cuento de alto nivel. En las películas de figuras animadas, los niños ríen a carcajadas de payasadas, con este cuento piensan y deciden de qué se trata.
Mientras Maya preguntaba sobre lo que pasaba con las figuras de la TV, el padre le explicaba que se perdían en el espacio. Luego buscó la caja de zapatos donde estaban las dos figuras de papel y vio que ellas se movían, por lo tanto eran reales.
En otro capítulo la autora habla de la “Sopa de Letras” y juntándolas escribe en las espaldas de los dos personajes de la revista la historia del príncipe y la princesa. También informa que el Rey está buscando por todo el mundo a su hijo el príncipe, porque ya lo ha perdonado.
El cuento se desarrolla en un castillo encantado, por eso las muñecas hablan y bailan y están muy bien caracterizadas con vestidos elegantes y apropiados. Con maestría son ilustrados los personajes.
Como todos los actos de los dos príncipes del libro se vuelven reales, este misterio hace imaginar al niño lector.
Felicito a Isabel por haber escrito este texto y cumplir su misión de hacer pensar y reaccionar al infante.
Autor: Lydia Parada de Brown
Publicación: "El Diario" 2/3/2009