La Historia del Arte para Niños
de Yolanda Bedregal
Isabel Mesa
Una parte de la intensa carrera literaria de Yolanda Bedregal estuvo dedicada a los niños y fue ese cariño por los más pequeños lo que probablemente la llevó a convertirse en fundadora del Comité de Literatura Infantil junto a varios escritores de la época. Entre la obra que dejó para los más pequeños está el que hoy en día es un libro que titula Historia del Arte para niños, que en sus orígenes fue una serie de 52 fascículos que Bedregal escribió para el periódico la Razón semanalmente en el suplemento infantil desde el 27 de marzo de 1947 hasta el 9 de junio de 1948.
La serie es una revisión cronológica desde el arte primitivo hasta los pintores post-impresionistas e incluye algunos artículos sobre el arte en Bolivia, especialmente referidos al arte Tiahuanacota, Inca y al arte popular (Virginia Ayllón. Introducción Historia del Arte para niños, 2009).
El primer fascículo, contempla una introducción a la colección con una nota del mismo periódico que en algunas partes dice:
La Razón se complace en anunciar que... empezará a publicar en su Suplemento Infantil una serie de artículos con el título “El Arte y su Historia”...Serviremos de este modo, tanto a nuestros pequeños alumnos como a sus educadores... Hemos invitado a nuestra colaboradora Yolanda Bedregal... a que nos escriba e ilustre los artículos sobre lo que queremos llamar la atención de niños y adultos. (Publicado en La Razón, jueves 27 de marzo de 1947).
Así mismo, al concluir la serie, la autora expresa que ella espera que la serie sea una contribución para facilitar el desarrollo del programa oficial de enseñanza artística en escuelas y colegios (La Razón, 9 de junio de 1948).
Tanto las palabras de Bedregal como la editorial del periódico, demuestran la falta de libros de arte para los lectores pequeños y el poco acceso a material didáctico por parte de los profesores en esos años.
El éxito de Bedregal en esta entrega semanal es la elección de cada una de las obras artísticas que resume acertadamente lo mejor del arte universal de cada época. Por otro lado, es interesante encontrar a mediados del siglo XX, cuando la educación tradicional y conductista se basa en el dictado y la memorización sin sentido, una obra escrita con tanta didáctica y utilizando elementos del método constructivista que posiblemente Yolanda Bedregal nunca llegó a conocer, en el que el niño es el protagonista de su aprendizaje a través de la reflexión y la experiencia. Cada uno de los artículos está escrito con un lenguaje sencillo que busca la comprensión por parte del lector pero que muestra, al mismo tiempo, un gran respeto por ese pequeño destinatario que no necesita ni de diminutivos ni de moralejas para ser partícipe del mundo extraordinario del arte universal. Para lograr su objetivo, la autora, utiliza un tono de complicidad que logra que niños y niñas se involucren en la historia. Cuando habla del arte griego, por ejemplo, dice.
Si ustedes quieren pensar en una persona bella no buscarán una flaca como cuchilla, ni gorda como barril, ni chica como tachuela, o que tenga pies chuecos, o verrugas en la cara sino en alguien que tenga hermosas proporciones, es decir que guarde una relación armoniosa entre su talla, miembros y facciones… y los griegos consiguieron esto admirablemente (Las obras griegas. Publicado en La Razón, 22 de mayo de 1947)
Es una magnífica manera de transmitirles a los niños algunos de los parámetros que utilizaban los griegos para definir la belleza de su época, tan distinta, por ejemplo, de la que concebían Rubens o el Greco. De esa misma manera, Bedregal detiene su relato histórico cuando escribe palabras que considera que necesitan una explicación de su significado para una mejor comprensión:
Se llama paisaje un cuadro que representa una vista del campo, bosque montaña, altiplano, río, etc; cuando representa una vista del mar se llama marina. (Paisajes y carteles. Publicado en La Razón, 8 de abril de 1948)
También forma parte de su didáctica la enseñanza lúdica que utiliza analogías o relaciones curiosas y las preguntas permanentes como en estos casos:
El grabado en madera se llama xilografía (una de las pocas palabras que en castellano empieza con x). (Grabados. Publicado en La Razón, 26 de febrero de 1948).
¿Alguna vez han hecho ustedes la prueba de hacer un plano de su casa o de su escuela? Imagínense que ven ustedes su casa desde un avión y traten de dibujar lo que verían quitándole el techo. (Las construcciones romanas. Publicado en La Razón, 3 de junio de 1947).
Estos ejemplos muestran la sutileza con que la autora explica los contenidos de cada artículo logrando que cada uno de sus lectores se identifique con los artistas a través del rescate de sus propias experiencias y de esa manera comprender el mundo de la antigüedad. Al mismo tiempo, las preguntas durante el relato sacan al lector del contexto literario para colocarlo en una situación personal que debe resolver antes de continuar con la lectura.
Sesenta años después de la entrega de esta magnífica colección infantil y conmemorando los 10 años de la muerte de la autora, la familia de Yolanda Bedregal publica sus obras completas entre las cuales aparece la Historia del Arte para niños (2009). La publicación recopila cada uno de los artículos a doble página y abarca desde el arte primitivo hasta los artistas post-impresionistas. Sin embargo, y con muy buen criterio, la colección es completada por Alejandra Echazú, nieta de la autora, con 7 fascículos más que llegan hasta el arte contemporáneo de nuestros días. Echazú hace una lectura minuciosa de los artículos originales para mantener el mismo tono y didáctica de su abuela en lo que resta de la historia del arte para lograr una obra actual que da un panorama de los últimos sesenta años de estilos artísticos en el mundo en los que introduce a Matisse, Mondrian, Picasso, Dalí, Kandisnky, Warhol, varias instalaciones y también el arte contemporáneo boliviano.
Un elemento fundamental que introduce la publicación del 2009 es la línea del tiempo que está presente a lo largo de toda la obra informando a los niños, con un color determinado, la época a la que pertenecen los artistas que ocupan su lectura. Esta línea del tiempo informa sobre el país al cual pertenecen los artistas de la página, la época y los siglos que abarcan los artistas mencionados.
Un maravilloso y sutil toque de humor son los dibujos insertos en algunas fotografías de obras de arte o en rincones de las páginas de este libro, que a manera de un fotomontaje divierten al lector con sus ocurrencias. Creados por el ilustrador Pablo Loayza, una niña y su perro con antifaz acompañan al lector asumiendo los roles de artistas de cada una de las épocas sin saturar ni quitar protagonismo al contenido del libro.
La Historia del Arte para Niños editada en mayo de 2009 por Plural Editores es el rescate de una obra de mediados del siglo XX que fue escrita con la mentalidad de una mujer que sabía escribir para niños del siglo XXI. Es un libro magníficamente editado en tapa dura y formato horizontal con ilustraciones y dibujos a todo color y papel couché que deja en alto el nombre de una autora excepcional como fue Doña Yolanda Bedregal.