Este libro es el mejor exponente que he leído hasta la fecha, de lo que es y debe ser un libro-álbum. El argumento es muy profundo y accesible a lectores de cualquier edad. Pero es solo accesible para aquellos que además de ver, miran. Porque un libro-álbum debe ser leído "mirándolo" y no solo viéndolo. Es la mirada atenta la que permite su lectura y es justamente el personaje de una mujer ciega quien marca la diferencia y le permite al niño de la historia descubrir el mundo que lo rodea y también su mundo interior, revelándole su verdadera identidad: quién es y cómo es realmente él. Este argumento está sustentado artísticamente por la imagen, ya que si leemos solamente el texto es imposible comprender el sentido y significado de la obra.
Rosario Moyano Aguirre juega con las formas y el color para hacernos llegar, a través del sentido visual, sentimientos y sensaciones, sin necesidad de explicarlos. Así utiliza los grises y, en contraste, el color y también las formas. Cada página exige una mirada exhaustiva que pueda descubrir el más mínimo detalle, por insignificante que parezca, pero que el lector deberá relacionar con las palabras. De esta manera la historia quedará completa, revelando el sentir de cada uno de los personajes y lo llevará a reflexionar acerca de temas cotidianos que se tornan invisibles por la diaria repetición. Una mirada atenta descubre a un protagonista gordito y solitario que se refugia en su habitación (predominan los grises) y una familia donde las tareas hogareñas se comparten entre papá y mamá con alegría y naturalidad (predominio del color).Imperdible.
Autor: Raquel Barthe
Publicación: "El Mangrullo" Año 13 Número 148 - 1 de noviembre de 2012.