PIONEROS DE LA LITERATURA INFANTIL BOLIVIANA EN SANTA CRUZ

Pioneros de la literatura infantil boliviana

Homero Carvalho Oliva

 

¿En Bolivia existían escritores para niños y niñas? O ¿es un fenómeno reciente?, me preguntó alguna vez un reportero con motivo de una pasada Feria del libro. Improvisé mi respuesta, afirmando que si los había y traje a mi mente a los autores que recordaba, qué bueno hubiera sido tener a mano, en ese momento, el libro que Isabel Mesa se ha dado el trabajo de compilar: Pioneros de la literatura infantil boliviana. Recordemos que pionero, según el Diccionario de la Academia de la lengua española, es una persona que da los primeros pasos en determinada actividad humana. 

Isabel nos recuerda esos nombres, para que nunca más los olvidemos, para que siempre los tengamos presentes: Antonio Díaz Villamil, Yolanda Bedregal, Rosa Fernández de Carrasco, Beatriz Schulze Arana, Óscar Alfaro, Antonio Paredes Candia, Elda Alarcón de Cárdenas y Hugo Molina Viaña. Ocho nombres de autores de distintas regiones del país, ocho nombre para la biblioteca, ocho nombres para que no los olvidemos a la hora de pensar en qué deben leer nuestros niños y de esa manera responder a la pregunta que me hizo el reportero y también al cuestionamiento que hiciera el presidente del Estado, cuando la noche de la promulgación de la Ley del libro, nos cuestionó a los escritores, libreros y editores qué hacer para que nuestros niños y niñas gusten de la lectura. En este libro, están algunos maravillosos ejemplos de lo que deben leer nuestros niños y niñas para que les guste la lectura y sigan habiéndolo durante toda la vida.

En la compilación está Antonio Díaz Villamil con una breve obra de teatro titulada Muñecas de bazar; Yolanda Bedregal con tres poemas y un cuento: Rosa Fernández de Carrasco con la obra teatral Noche de luciérnagas, Beatriz Schulze Arana con dos poemas largos y un cuentito; Óscar Alfaro con seis poemas y un cuento; Antonio Paredes Candia con dos cuentos y dos poemas; Elda Alarcón de Cárdenas con tres poemas y un cuento y Hugo Molina Viaña con fragmentos del El Duende y la marioneta.

Tuve la Suerte de conocer a alguno de estos grandes escritores que dejaron huella, porque su literatura estaba muy lejos de aquellos textos pesados que nadie lee. Escritores que sabían muy que un cuento infantil no es ensayo sobre las potencialidades psíquicas o un desafío su inteligencia cibernética de los niños y niñas, que es simplemente dar cuenta de algo. Contar, pero contar bien. Escritores que sabían que un libro malo es malo sea para niños o para adultos. Y que tratándose de niños el desafío es aún mayor, porque sabemos que no es nada fácil estar en sus zapatos o en sus pies descalzos y tratar de contar desde nuestra realidad de adultos una historia que es para niños.

Con dos de estos escritores, con Antonio Paredes Candia y Hugo Molina Viaña, cultivé amistades y conocí a doña Yolanda Bedregal, cómo no conocerla si yo vivía en La Paz y ella era el centro de atención de nuestra literatura y hubiera sido una vergüenza mía no hacerlo. A don Antonio lo conocí, a fines de los setenta,  en su cato o puestito que tenía frente a la Universidad Mayor de San Andrés y cada vez que podía lo iba a visitar para que me cuente sus historias. A don Huguito, como le decían sus amigos, me lo presentó el poeta Marcelo Arduz y sostuvimos varios gratos encuentros de los que aún guardo memoria. De doña Yolanda, una pequeña mujer dulce y tierna, me acuerdo muy bien y tengo garbadas en mi mente las pocas veces que conversé con ella, siempre dispuesta a dar un consejo y escuchar lo que los jóvenes teníamos que decir. 

 

Y ahora puedo decir también que conozco  a otro clásico de nuestra literatura para niños y niñas, a Isabel Mesa, quien me honra con su amistad y nos enorgullece con sus propias historias para este público y para los adolescentes y jóvenes. Isabel, como los sabemos, ha sido editora de libros para niños, ha sido presidenta de la Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil 2006-2010, además ha creado la primera página web sobre literatura infantil boliviana en el año 2009 (www.ablij.com) y dirige el primer boletín virtual "Vuelan vuelan" sobre literatura infantil que hay en el país. Participó como expositora en varios Congresos y Seminarios de Literatura Infantil tanto dentro como fuera de Bolivia y tiene varios trabajos de investigación publicados dentro y fuera de Bolivia sobre literatura infantil.

Sus obras literarias están basadas en el patrimonio cultural boliviano y latinoamericano. Ha ganado el concurso de "Autores de Texto" para la evaluación de Textos y elaboración de módulos de aprendizaje para la Reforma Educativa de Bolivia (1995).
El primer premio en el concurso andino "ENKA" de Literatura Infantil (Colombia) con La pluma de Miguel: una aventura en los Andes (1998).
El espejo de los sueños ganó el premio de la Reforma Educativa Boliviana a la mejor ilustración (1998) por las ilustraciones realizadas por Alejandro Salazar.
Ha sido la autora seleccionada para escribir el cuento "Terminemos un cuento 2000" (Editorial Santillana y la Unión Latina).

El guión de la película basado en su obra La portada mágica en el VII Festival Iberoamericano de Cine ha recibido una nominación especial (2004).
Trapizonda: un video juego para leer ha sido postulada entre las mejores obras de literatura juvenil de habla hispana por el Banco del Libro de Venezuela (2007) e incluida en la Lista de Honor del IBby en (Copenhagen, 2008).

El revés del cuento ha sido postulada entre las mejores obras de literatura infantil de habla hispana por el Banco del Libro de Venezuela (2010). El libro álbum El tren de la noche ha sacado mención de honor en el Concurso Nacional de Libros-Álbum convocado por la Fundación Simón I. Patiño de La Paz (2011). La pluma de Miguel, La Turquesa y el Sol y El revés del cuento fueron seleccionados en el libro "300 Libros Iberoamericanos para niños y jóvenes, recomendados por el Plan de Lectura". Ministerio de Educación de Argentina, (2011).

 

 

Autor: Homero Carvalho Oliva

Publicación: Presentación del libro en la XIV Feria Internacional del Libro en Santa Cruz (Mayo, 2013)