Rolando Volando
Verónica Linares
Escritora
Rolando Volando, el libro álbum ganador del V Concurso Libro Álbum, organizado por el Espacio Simón I. Patiño, en diciembre de 2019, es el fruto del trabajo de dos talentosas Claudias que han logrado entenderse y entrelazar un maravilloso texto con unas maravillosas ilustraciones.
Claudia Adriázola es una escritora boliviana que ya tiene un amplio bagaje de publicaciones sobre todo en el género de novela infantil y juvenil. Algunas de sus obras son “Una aventura inesperada”; “Yo que tú”, “Entre árboles” y “El increíble legado de Leandro”. Claudia Illanes es una ilustradora y redactora social, que se ha ido especializando en diversas ramas de la literatura infantil, especialmente en la ilustración.
La creación de un libro álbum, género en el que se articulan y complementan el texto y las imágenes, es de por sí muy difícil de lograr sobre todo por el establecimiento de los límites o libertades de ambos tipos de lenguaje. ¿Cuánto tiene que decir el texto? ¿Cuánto deben informar las ilustraciones? Además, esta dificultad se acrecienta cuando son dos personas las que producen esta obra de arte, en la que tanto el texto como las ilustraciones deben tener una gran calidad estética.
Eso es justamente lo que las dos Claudias han logrado, unir de manera delicada y estética una preciosa historia y unos hermosos dibujos que se complementan y enriquecen mutuamente.
El relato inicial nos lleva un pueblo pequeño y remoto del que no tenemos ideas temporales ni espaciales. Es un pueblo dibujado con trazos suaves y colores pastel y ocre que le dan a la historia un tono nostálgico, de ensoñación. Los pobladores pueden ser de cualquier lugar, pero se nota que son campesinos. También sabemos que allí vive Rolando, un niño muy distraído al que le gusta investigar. Un niño que seguramente recibe ayuda extra del cielo, para no tener que perderse o tener graves accidentes.
Y así nos presenta Claudia Illanes a Rolando, en la rama de un árbol, observando una mariposa, y luego pasando por un hueco para atraparla; eso sí, la “ayuda extra” que recibe está dibujada en el ángel que lo sostiene para no caer en el hueco.
De esta forma, Rolando realiza actividades impensables y no se da cuenta de los riesgos que corre debido a su permanente distracción y falta de cuidado. Obviamente los padres de los niños del pueblo no quieren que sus hijos estén con Rolando pues podrían tener serios accidentes. Sin embargo, los niños están impresionados con él, en realidad lo admiran y creen que es el campeón de las escondidas.
Y así transcurre la historia, Rolando está solo, pero en un mundo de encanto, en el que él descubre cosas maravillosas: las hojas cayendo de un árbol, el movimiento del agua cuando sumerge su dedo, una flor exótica, animales fantásticos e imaginarios… En esta parte de la historia, son las ilustraciones las que amplían los detalles de aquello que descubre Rolando. Claudia Illanes, utilizando páginas completas o medias páginas, realza los descubrimientos de Rolando, dejando espacios blancos y transparencias.
Un día, ocurre lo que se viene anunciando: Rolando desaparece y nadie lo vuelve a ver. Claudia Adriázola escribe:
“Solo encontraron un pozo sin respuestas.
Abrieron un agujero donde podía caber una manada completa.
Pero no estaba allí.
Rolando había desaparecido” (p. 16 y p.17)
Y Claudia Illanes dibuja un pozo lleno de elefantes dormidos. Ella aprovecha la imagen verbal y la hace literal en su dibujo, produciendo asombro y humor.
Entonces la historia de la desaparición de Rolando se convierte en una leyenda y Claudia Adriázola logra hacer que esta leyenda se vuelva un poema, una canción de cuna, un cuento, un secreto que Claudia Illanes refleja en los dibujos de las vivencias de las familias de las pequeñas casas del pueblo.
¿Y qué pasó con Rolando? Un final inesperado y al mismo tiempo esperanzador: Rolando llega a otro pueblo “Donde había muchas cosas nuevas para descubrir” (p.20), un pueblo en el que todos eran un poco como Rolando, un poco de otro mundo, en el cual todos eran aceptados tal como eran. Las ilustraciones en este final también tienen un cambio: hay más colores que se mezclan, más blancos y transparencias, y claro personas que están en el techo de una casa, otras bailando en media calle, otros parecen hablando solos y otros quien sabe qué harán.
Claudia Adriázola, de manera sutil y poética, nos invita a conocer este mundo maravilloso de los niños y personas que no encajan, que son solitarios, que no son convencionales, pero que tienen enormes capacidades de descubrir la emoción y la belleza en otros aspectos que los otros no pueden ver. Claudia Illanes también nos hace descubrir un poco de este mundo a través de sus colores, sus trazos, y la utilización de otras técnicas visuales que aparecen también en las páginas de guarda.
Rolando Volando, un libro álbum muy bien logrado, que envuelve al lector desde el inicio por su historia y por sus ilustraciones. Felicidades a ambas Claudias.
Título: Rolando Volando
Autor: Caludia Adriázola Arze (texto) Claudia Illanes Iturri (Ilustraciones)
Editorial: Fundación Simón I. Patiño / Plural Editores
Colección: Libro Álbum
Lugar: La Paz, 2020
Autor: Verónica Linares
Publicación: Boletín Vuelan vuelan No. 129. Febrero, 2021