SILBIDO, LLUVIA Y PIRATAS

María Julia Sueldo Bianchi, escritora y psicopedagoga cruceña, ganó el X Concurso Nacional de Literatura “Santa Cruz de la Sierra”, con una colección de cuentos cortos infantiles titulada Minicuentos para grandes lectores.
El año 2010, esta escritora cruceña publicó en la editorial La Hoguera  tres cuentos para niños bajo el título Silbidos, lluvia y piratas. A primera vista, lo que destaca de esta obra es el formato grande del cuento así como la calidad de sus hojas y el colorido de sus dibujos. Sin embargo, estos no constituyen ilustraciones que aporten a la obra. Por otro lado, la página final “Juguemos con los cuentos”, que hace las preguntas de comprensión, quita el sentido de lo que es la literatura infantil, algo que se disfruta y que no se evalúa. 
El primer cuento de Silbidos, lluvia y piratas, “Se me perdió el silbido”, es la historia de un niño pequeño, Andrés, de unos 5 años, quien, después de practicar mucho para poder hacer un silbido, lo logra con la ayuda y consejos de sus tíos y de su mamá. Cuando Andrés finalmente logra silbar, disfrutando plenamente de su silbido, una tarde, al morder una manzana, se le sale un diente y por supuesto ya no puede silbar.
En este cuento, la autora nos demuestra que ella conoce muy bien a los niños en cuanto a sus intereses, sus vivencias, sus formas de reaccionar y de lograr sus cometidos. Por ejemplo, a todos los niños de esta edad se les salen los dientes y el Ratón les trae dinero. M. Julia Sueldo incluye esta experiencia de manera simple y simpática, logrando que los niños se identifiquen y participen de la historia.
Por otra parte, vemos cómo ella, al personificar al silbido, se pone al nivel del pensamiento del niño:

“Andrés pasó toda la mañana haciendo aparecer y desaparecer su silbido. Descubría sus cualidades, era algo pequeño, pero travieso y divertido, se moría de ganas por salir de los labios de Andrés, pero también era tímido, era joven y buen mozo, pero por sobre todo era su mejor amigo el silbido.”

Otro elemento que hace que este cuento resulte atractivo y cercano al niño, es la forma en que reacciona la mamá; siempre dulce, amistosa, comprensiva y juguetona, siempre presente en los distintos momentos que vive su hijo.

“ –!Pobre Andrés!, pensaba su mamá, y trataba de alentarlo en su práctica diaria.”...

El segundo cuento: “Gotitas de lluvia”, es el relato de un sueño que a un comienzo parece real. En este sueño, una niña, justo antes de que suene su despertador, sueña que se despierta, pero percibe que las cosas están algo diferentes: los colores de algunas cosas están distintos. Y cuando sale de su casa, no sólo nota que las nubes son de colores sino que empieza a llover con gotas de colores y de sabores. Lamentablemente, la niña se despierta y cuando cree que va a salir agua de colores de la pila de su lavamanos, ésta se torna transparente y normal. Todo ha sido un sueño.
La autora logra hacer creer al lector, de manera convincente y seductora, en un principio, de que todos los cambios de colores que ve la niña son reales. Por otra parte, el tema de los colores y de los sabores, es en sí mismo muy atractivo para el pequeño lector, pues él ama experimentar y vivir en un mundo colorido. M. Julia Sueldo describe el paisaje de las nubes de manera  divertida, utilizando comparaciones que los niños entienden:

“Miré al cielo y noté que las nubes se habían acomodado como si formaran un gran rompecabezas de fichas de colores”

Entonces, para la niña comienza una fiesta, empieza a probar las gotas de lluvia que tienen distintos sabores: esta situación se podría asemejar a alguna vivencia en Alicia en el país de las maravillas, donde todo es posible. ¡El pequeño lector está fascinado, esto es parte de su mundo de fantasía!
Finalmente, el tercer cuento: “Cumpleaños de piratas”, es el divertido relato del final del cumpleaños de Jorge, un niño que está cumpliendo cinco años. Se trata del momento en que la mamá de Jorge cuenta una historia para dar pie al último juego de la tarde: la búsqueda del tesoro.
La mamá de Jorge cuenta las hazañas de unos traviesos “aviones piratas”, pues en Bolivia es imposible que existan “barcos piratas”. Estos aviones cambiaban las cosas de su lugar o bien se las llevaban, causando el revuelo de los habitantes.  También se peleaban entre ellos, asustando a la gente. Hasta que un día a un niño se le ocurrió que todos se pusieran sombreros con formas de plantas para despistar a los aviones piratas. Y, efectivamente, éstos pensando que ya no había gente en Bolivia, dejaron de hacer travesuras, pero antes, el pirata mayor, decidió enterrar su tesoro en algún lugar de Santa Cruz, tesoro que deben encontrar los niños invitados, con las indicaciones de un mapa dejado por el mismísimo pirata mayor.
A todo esto, el cumpleañero, Jorge, no tiene ninguna intención de escuchar el relato o de encontrar el tesoro, él se mantiene apartado, primero abriendo sus regalos, y luego, columpiándose solo.
La autora entra directamente al mundo de los niños no sólo con la idea del cumpleaños, sino con el juego de la búsqueda del tesoro, introducida por la ocurrente historia de los “aviones piratas”. Se trata pues de un cuento muy original, matizado con la divertida y tan familiar reacción del cumpleañero que no quiere participar, pero quien al final, como por arte de magia descubre el tesoro.
Nuevamente notamos que M. Julia Sueldo conoce a fondo las reacciones y los juegos de los niños, claves a la hora de escribir para ellos. Además, no faltan los detalles de humor dados justamente por las típicas reacciones de los niños.
Otro detalle a destacar es que la autora siempre hace mención a elementos típicos de Santa Cruz, así como a aspectos de la vida diaria, los cuales permiten que haya un acercamiento y una familiarización más rápida por parte del lector. 

Autor: Verónica Linares

Publicación: En el libro "Los Recomendados: una década de LIteratura Infantil y Juvenil boliviana 2000-2010" de la Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil