Carlos Vera Vargas
Publicado: Página web: www.ablij.com 4/1/11
Ilonka es una joven adolescente que, al mismo tiempo que lee el diario de su abuela, vibra, se emociona, se desliza sentimental y sensualmente en sus evocaciones y fantasías. Se enamora, ama, se apasiona, vive.
Esas experiencias que contrastan con las negaciones que le presenta un mundo agresivo, violento, son el contexto en el que transcurren las vivencias de la iniciación en los escarceos del amor, los cuales son advertidos en las insistentes inquietudes del pensamiento y sentidos como aceleradas palpitaciones de la piel.
Si en el amor, múltiples son los mediadores que convocan a los que se aman, en esta novela el signo convocante es, sencillamente, profundamente, el tatuaje.
El tatuaje destaca en toda la extensión de la piel. La mirada que avanza serena en la contemplación de esa superficie anhelante, siente un sobresalto cuando advierte una provocación que proviene de la disrupción en la continuidad de ese íntimo recubrimiento. Es que ...