TEJIENDO NUESTRAS CULTURAS

TEJIENDO NUESTRAS CULTURAS

Un libro que no te puedes perder: Tejiendo nuestras culturas

15 Septiembre, 2023

“TEJIENDO NUESTRAS CULTURAS”

Por Maricruz Alvarado Nava

PRESIDENTE CONALIJ 2023

Como resultado de una convocatoria publicada el pasado año por la directiva del Comité Nacional de Literatura Infantil – Juvenil, dirigida a miembros de todas las filiales del país, nace el libro “TEJIENDO NUESTRAS CULTURAS”, el mismo que recoge el trabajo de 41 autores pertenecientes a los nueve departamentos de país.

Sus páginas registran la gracia de textos narrativos, poéticos, teatrales y otros surgidos del alma de la tierra y el sentido de la vida.

Graficamos esto aproximándonos a algunos textos: Velia Calvimontes, en el relato "La diosa Yacana y el aprendiz de Callawaya” nos muestra formas de ejercer la medicina tradicional, en base a emplastos y ungüentos elaborados con productos de la tierra: quinua, llantén y otros; así mismo Willma Caballero en el texto “El Molle del Valle” hace mención al poder curativo de este árbol que abunda  en nuestros valles y al que además se le da múltiples usos. El libro también presenta creencias, supersticiones o abusiones, en el cuento “Las aventuras de Matilde”, Jahel Loredo introduce supersticiones recogidas del imaginario del pueblo, como que las personas celosas no deben batir huevos porque éstos no se levantan o colocar la escoba detrás de la puerta para ahuyentar a las visitas no deseadas o las consecuencias de moler llajhua cuando  se está de mal humor.

Así mismo encontramos prácticas rudimentarias en la construcción de herramientas y otros objetos, al estilo nuestro, Edmundo Torrejón en “La Qiukana pescadora de sueños” deja ver la manera de construir la caña de pescar y la pesca misma en forma artesanal; se advierten también, algunos rasgos de la manera en que se acostumbra celebrar fiestas tradicionales como la fiesta de Todosantos (Día de Difuntos) de la que nos hablan Willma Caballero y Tania Ayllón, o el carnaval chapaco, de las tarijeñas María Luz Achá y Wilma Ferreira, o la fiesta  de la virgen de Guadalupe a la que se refiere Stella Peredo, en la Suchuna de Che’llquemayu de Chuquisaca o la celebración de la fiesta de la Inmaculada Concepción, Patrona de Mojocoya, en “La mula de madera” (M. Alvarado).                                                          

De otra parte, el libro abunda en relaciones interculturales, Erlinda Zegarra escribe el texto “El “Wiulín Chicheño” que muestra que si bien el violín tiene origen europeo y llegó a nosotros durante la colonia, en la provincia Nor Chichas de Potosí se lo ha adaptado con particularidades propias, hasta crear otro instrumento que comparte sus características con aquel pero al estilo de las comunidades chicheñas, donde su uso está sujeto al calendario agrícola, pecuario o festivo, cumpliendo una función social y sobre todo ritual muy importante, observándose en este texto como en otros sincretismo religioso. Y si de instrumentos musicales se trata, vemos en varios textos la presencia del charango ejecutado en diferentes temples: maulín, diablo o natural.

Respecto de los personajes, se advierte que sus páginas muestran personajes reales y no reales, estos últimos recogidos de la memoria colectiva como dioses, aparecidos, fantasmas o duendes juguetones escondidos en hornos o árboles, tal el caso de los textos de Jenny Mounzón, o animales antropomorfizados por la ficción literaria, como  se ve en los cuentos de las orureñas Lizzett Nayda Aguilar Morón: “La Vizcachita Warita” y “Quincho el Quirquincho” de Lizzett Amparo Guevara Méndez. Lo interesante es ver también que los personajes discurren en una vasta gama de escenarios: Èrika Mertens ambienta su texto en una isla encantada, ubicándola en el oriente boliviano; en otros textos encontramos: pueblos, ciudades, selvas, montes, cerros, ríos, quebradas, puentes, escenarios recónditos. Los autores directa o indirectamente invitan a visitar estos espacios, Jahel Loredo, por ejemplo, en el poema Sucre, menciona lugares tradicionales de esta ciudad, convocando al lector a recorrer las siete patas o algunas callecitas coloniales  como las del Gato Pardo, Gato Negro y el peculiar Gato Pendenciero, ubicadas en Huayapajcha, zona en la que se fundó Charcas.

Se mencionan así mismo una variedad de utensilios y objetos propios de nuestros pueblos: batanes, fogones, chipas, telares, tejidos, ollitas de barro y otros, así como alimentos (…) “poesía…es un keperí al horno marinado en limón… poesía es la yuca y también el arroz”, nos dice el cruceño Alfredo Rodríguez en el poema: “Poesía no eres tú”.

Los autores, asociando impulsos y desatando inquietudes, al crear estos cuentos, poemas, dramas, leyendas, recoger mitos, anécdotas, presentar textos expositivos y otros, con emoción estética nos regalan sueños, evocaciones, reminiscencias y sobre todo nos hacen comprender que la diversidad cultural aporta una gran fuerza colectiva.

En suma, el libro presenta un cosmos plurisignificativo, nimbado de sortilegios, simbologías y cantos, con el lenguaje cifrado de la cultura.

 

Escribir, producir textos literarios es una aventura en la que está empeñado el COMITÉ NACIONAL DE LITERATURA INFANTIL – JUVENIL DE BOLIVIA, siendo ésta la cuarta antología que se publica.

 

Finalmente debo señalar que el libro Tejiendo Nuestras Culturas lo dedicamos a la memoria de la escritora Luz Cejas Rosado. quien falleció en el proceso de publicación del libro.

Autor: Maricruz Alvarado

Publicación: Boletín Vuelan vuelan No. 142. Octubre-Noviembre, 2023