EL PARAÍSO DE LOS QALA PAQO

EL PARAÍSO DE LOS QALA PAQO

 

Velia Calvimontes

Lectura en la presentación del libro en Cochabamba

 

Es un placer para mí hablar acerca de uno de los tres últimos libros de literatura infantil que presenta la escritora Gladys Dávalos Arze. Siempre se encuentra en sus cuentos sorpresas y novedades, por una sencilla razón: Gladys posee la pluma mágica que da vida a las palabras valiéndose de uno de los ingredientes más importantes con que cuenta la literatura para niños: la fantasía.
La fantasía es aquella fuerza poderosa que realiza los deseos más extraordinarios. La fantasía es un verdadero proceso cognoscitivo superior, gracias al cual nos diferenciamos de los otros animales mamíferos. Por medio de ella el hombre primitivo logró sobrevivir en el medio salvaje en el que le tocó vivir millones de años atrás. Todos los inventos tuvieron como base la fantasía en los cerebros que los crearon; debemos, por tanto, establecer una diferencia entre el conocimiento que se adquiere por medio del estudio, de la lectura, de la práctica, etc. y la imaginación, que es ilimitada. Por medio del conocimiento podemos dar la vuelta al mundo sin perdernos, por medio de la fantasía, podemos salir del mundo, adentrarnos en el infinito, su proyección es ilimitada como ilimitado es el espacio; entonces, yo diría que la fantasía es un don y Gladys es poseedora de este don.
En el libro “El paraíso de los Qala Paqo” la escritora nos ofrece cuatro cuentos. En ellos encontramos un lenguaje adecuado para niños y niñas. Así conocemos a la Emperatriz K’ayra, que nos da un lindo ejemplo de que la obligación contraída con el pueblo demanda mucho sacrificio, tanto que se exprimen de dolor los más puros sentimientos para cumplir con el deber. Sería muy apropiado que algunos políticos se empaparan de su contenido, aprenderían mucho de la preciosa ranita Emperatriz K´ayra.
Personalmente me gusta que en los cuentos se mezclen reyes, reinas, emperadores, etc., precisamente por su condición de ser seres rodeados de fantasía. En el libro que me ocupa, vemos a príncipes y a princesas encantadas en una mezcla de lo antiguo con lo actual; en otro de los relatos, conocemos a dos guacamayas que nos cautivan con su sencillez, bondad y artes culinarias, hablo de las princesas sometidas al hechizo de un brujo malvado.
En páginas posteriores, un elefante aparece en el garaje de una casa aterrorizando a la dueña con su berrinchar y la brujita-niña autora de esta original hazaña, no sólo hace picardías de ese estilo sino que también es solidaria; así en menos tiempo que decir: “Quiero ayudarte con el traslado de tus muebles...” realiza el traslado completo de una casa a otra para su amiguito.
Otra característica tierna e interesante a la vez, es la participación activa en todos los relatos de Cecé, “la hija más aventurera del mundo”, otras veces la llama: “la mejor hija del mundo” que, a no dudarlo, llena de gozo a las niñas, pues gracias precisamente a la fantasía, las pequeñas lectoras se convierten en “esa hija”.
El cuarto y último cuento es el que da el nombre al libro: “El paraíso de los Qala Paqo”. En este cuento paseamos del brazo de la fantasía junto a Charles Darwin siempre embebido en sus investigaciones. Acariciamos a tortugas gigantes, de las que precisamente deriva el nombre “Galápagos”, que, según el esposo de la autora, un erudito en el aymara, sostiene que la palabra genuina es “qala paqo”, que en aymara significa “ternero de piedra”, una clara alusión al tamaño enorme y a su caparazón, palabras que bautizaron a las tortugas gigantes de esas islas, pues hay evidencias de que los aymaras realizaron travesía de aventura llegando hasta la Polinesia, los restos de cerámica andina encontrados en dichas islas refuerzan la mencionada teoría. De tal suerte que nuestra fantasía va de brinco en brinco al leer esta serie de los tres últimos libros de Gladys Dávalos Arze que no deben faltar en la biblioteca de nuestros niños, de nuestras niñas y en las demás.      

Autor: Velia Calvimontes

Publicación: Lectura en la presentación del libro en Cochabamba 11/06/2004

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