CONVERGENCIAS DE LO FANTÁSTICO EN LA LITERATURA CONTEMPORÁNEA BOLIVIANA: ISABEL MESA DE INCHAUSTE

La presencia ubicua del género de lo fantástico en todas sus modalidades en la literatura como en el cine indiscutiblemente es un fenómeno mundial. Arrecia con un caleidoscopio de textos literarios y filmográficos, un espectro que va desde el premio Nobel 2007, Doris Lessing,  a Stephenie Meyer, autora de la saga Twilight traducida a 37 idiomas. La literatura contemporánea boliviana no es ajena a este movimiento, --si así se lo puede llamar.  Especialmente si se toma en cuenta la literatura infantil y juvenil tan ricamente representada por escritores como Isabel Mesa de Inchauste. Subrayemos antes de continuar que la  literatura infantil/juvenil es ahora un género literario objeto de estudio formal y el corpus teórico y crítico que ha generado demuestra que ésta ya no nace de forma incidental o accidental; el fin no es sólo didáctico y/o moralizante sino que requiere de la misma atención, sensibilidad, profesionalidad, calidad y otras características que se espera de la literatura para mayores. El compromiso intelectual está presente.

  No es que el niño acepte la realidad de la fantasía ciegamente. Es más, es él el que nos recuerda que estamos explorando un mundo imaginario. Sin embargo, se entrega de buena gana a  una voluntaria si momentánea suspensión de la incredulidad o a la fe poética como dijera Coleridge más fácilmente que el adulto. Alison Gopnik, catedrática de psicología en la Universidad de Berkeley, explica que la relación entre el proceso científico y el fantástico están profundamente relacionados puesto que ambos requieren de la más estricta lógica, coherencia y atención al detalle. Un buen cuento exige además, el perfecto equilibrio entre la acción y la narración, entre el placer y la enseñanza; la escritora o el escritor debe poseer cierta intuición  del lenguaje infantil -que no es necesariamente la simplificación del dialecto adulto-sino el de ser capaz de asimilar la visión que el niño tiene de su realidad que se ve reflejada en su lenguaje;  También necesita acoplarse a esa gran capacidad imaginativa infantil y lograr que el texto sea de niños y para niños. En otras palabras, escribir para niños no es una tarea fácil.

  Uno de los últimos estudios críticos sobre este tema, Las retóricas de la fantasía  La clasificación que propone Mendlesohn  se basa en la fantasía como estrategia retórica.     Son cuatro las categorías y hay muchos textos que pertenecen a más de una categoría: La fantasía como portal y/o empresa/búsqueda , ejemplos conocidos son El señor de los anillos de Tolkien o Alicia en el país de ls  maravillas de Louis Carroll; La fantasía como inmersión: Harry Potter de J.K. Rowlings o los textos catalogados como realismo mágico; la fantasía de intrusión: El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde de Robert Louis Stevenson. La última categoría, la fantasía liminal, cubre lo que sería el amplio territorio de lo fantástico.  (2009) de Farah Mendlesohn, hace hincapié en la complicidad entre autor y lector, la cual obviamente está presente en todo género literario, pero que, sin embargo, en la fantasía, esta dialéctica es la que construye la ficción del creer. La narración fracasa si no logra la entrega total del lector.

  "El abismo de las sirenas" de la novela La portada Mágica, (Santillana 2001) de Isabel Mesa de Inchauste  es un texto que se ubica en el ámbito de la fantasía y pertenecería a la fantasía como portal y/o de búsqueda o empresa. El lector junto con los protagonistas penetra en un mundo totalmente desconocido donde logra hacer la transición de su contexto a una nueva realidad y negocia su objetivo manipulando el mundo fantástico.

  "El abismo..." inspirado en el relieve de la sirena tocando el charango de la fachada de la iglesia de San Lorenzo, en Potosí, se apoya en la mitología chipaya. Según las creencias cosmogónicas de los chipayas el hombre proviene del agua como que se auto apelan 'hombres del agua'.  Al relacionar la génesis de este cuento a una mitología, Isabel Mesa de Inchauste lo entronca con una realidad primordial que es la chipaya y, el lector ideal, la niñez en este caso, se inserta junto con los protagonistas en este espacio fabuloso -el lago-haciéndose contemporánea de dos momentos: uno, dentro la historia  y el otro, fuera de toda dimensión temporal. El primero pertenece a la realidad de Luis Niño, personaje del cuento y a la del artista potosino más importante del siglo XVIII, anterior a la elaboración de la fachada de la iglesia. El otro momento, en la esfera de la imaginación, sería la realidad mítica chipaya de sirenas y de mundos submarinos. Luis Niño y su aprendiz, el personaje ficticio del joven Jahuira, se convierten en los guías del lector y la fantasía se asume de manera natural. 

  La empresa es la de recoger ideas para decorar la fachada de San Lorenzo. Luis Niño lleva una bolsa mágica de ideas que le ayudarán a negociar sus aventuras y otra donde guarda los frutos de las mismas que luego serán plasmadas en el portal de la iglesia. Y es ahí donde van a parar las dos sirenas con sendos charangos que logran traer con sí del fondo del lago Poppó.  El éxito de la narración está asegurado puesto que el niño o la niña que lea anhelará ser parte de la aventura.  La narradora reconoce la presencia del lector como si fuera otro personaje del cuento.

  Cuando Luis Niño, Jahuira y el Mallku Kemperani se adentran en el laberinto, que es el mundo de las tinieblas en busca de una salida, ella le dice: "Querido lector o lectora, si eres valiente y estás dispuesto puedes acompañar a Luis, Jahuira y a Kemperani en el paso por el mundo de las tinieblas. Si no crees poder hacerlo, cierra el libro porque nadie sabe si saldrán vivos de esta aventura." (90)  La reacción del lector infantil o juvenil la conocemos todos. Incluso el lector adulto va a aceptar el desafío de la narradora.

  "El abismo de las sirenas" es una narración fantástica que aúna un momento en la historia boliviana inmortalizado en la iglesia de San Lorenzo con la mitología en el contexto regional del altiplano. El resultado es una joyita literaria que alimenta la imaginación del lector o lectora al mismo tiempo que fomenta la identidad multicultural nacional ---una de las tareas de la literatura infantil/juvenil.

Autor: Verónica Saunero Ward

Publicación: Ponencia en la Feria Internacional del Libro. La Paz, 2009

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