INÉS HUAYLAS YUPANQUI, LA NOVELA DEFINITIVA SOBRE EL PERSONAJE FEMENINO CRUCIAL EN LA CONQUISTA DEL PERÚ
El intelectual Roberto Rosario Vidal impacta en el mercado literario con una obra magistral que pone el foco en la hermana del inca que acabó como esposa del conquistador... y que aún protagoniza recelos en ambos mundos
Para mentar el nombre de Roberto Rosario Vidal (Bellavista, Callao, 1948) en Perú, hay que ponerse antes de pie. No en vano se trata de unos de los más celebrados narradores del país (autor, entre otros, del famoso volumen Los sudacas) y presidente fundador de la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ). Casi nada al aparato. Por muchas razones, este autor suele sentar cátedra (y levantar debates) cuando se decide a escribir, y ahora vuelve a la carga con una nueva novela que probablemente será acogida con regocijo por su, cada vez, mayor tropa de fieles lectores.
Con Inés Huaylas Yupanqui. Una princesa entre dos mundos, el intelectual peruano parece haber dado el golpe en el permanentemente saturado mercado literario con una obra que pone el foco (como mandan los cánones actuales) en un personaje femenino casi olvidado que merece la pena ser puesto en valor: la princesa ñusta que viró de la realeza inca... a esposa del conquistador Francisco Pizarro y que fue testigo en primera línea de los conflictos culturales y sociales ocasionados por la transición provocada por un choque de culturas y de entender la vida, tanto desde el lado incaico como desde el español.
El autor se ha documentado hasta la extenuación, como suele ser la marca de todas sus obras de contenido histórico, y ha firmado un volumen que únicamente puede ser calificado como un festín literario de altos vuelos. La Editorial Universo de Letras, enmarcada en el Grupo Planeta, se ha movido con presteza y ha sido la encargada de lanzar al mercado un volumen que atesora las trazas de convertirse en una referencia de las obras de narrativa histórica sobre la conquista de América.
Echemos un vistazo al interior de sus páginas para degustar el ritmo narrativo y la calidad expresiva que nos ofrece: «El acllahuasi estaba ubicado en Amarucancha, entre dos calles que subían al Coricancha. Era una casa grande con largas paredes de piedras pulidas. Ingresando por una puerta única, se avanzaba por un pasadizo con cuartos amplios en ambos lados, donde las doncellas y mamaconas realizaban labores de tejido, bordado y cocina. Al fondo se encontraban el adoratorio y los lugares de cobija de las acllas, las escogidas del Sol, que se preparaban para ayudar en los ritos y sacrificios en honor al dios principal». Lo dicho: estamos ante una obra memorable.
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